Llegaron las lluvias
Llegaron las lluvias
esas tan deseadas
ya con la desgraciada alarma
prediciendo la sequía.
Llegaron con fuerza
hasta con la nieve querida
ese blanco del alma
que en el olvido se tenía.
Huele la lluvia
bajo un viento que hiela
a esa humedad de lluvia fresca
que el aire limpia.
Los torrentes se llenan
cala bajo la tierra
llenando los pozos, las cisternas
y los pantanos de la sierra.
Alguien maldícela
no entiende la vida
sólo su conveniencia
nada de supervivencia.
Para mi es alegría
que me he criado entre sequía y sequía
me revive la dulce agua
que del cielo me riega.
Sí, y que me moje le dejo a ella
bendición para el alma
hasta para mi piel arrugada
que por segundos se tersa.
Recuerdo aquellos charcos que pisaba
la bronca que después me llevaba
pero... Y lo bien que me lo pasaba
aunque de barro y broncas me llenara...
Toni Oliver
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