martes, 4 de enero de 2022

Caliente la taza

Caliente la taza

Caliente la taza
mis manos va calentando
el humo perfuma la estancia
mi mente divaga
entre la niebla y la luna
que entre ella a veces avanza
a escondidas asoma
como si a alguien buscara.

Entre su brillo
fugaz como el trueno
una sombra en pleno vuelo
en la niebla se va diluyendo
a cada sorbo, 
mientras la taza estoy vaciando
a veces cerrando los ojos
esa imagen grabada en ellos.

Surge y resurge
intento olvidarla, parece de nuevo
como si nada la borrara
abrir los ojos, tenerlos cerrados
dilema que ha empezado
removiendo todo el cerebro
las neuronas ha alocado
bailan un ritmo endiablado.

Se enfrían las manos
recordándome que más café hace falta
si bien miro afuera la niebla
que con mi mente armoniza
para que no me entere de nada
mucho menos que algo decida
la incertidumbre por todos lados vaga
como la niebla que pasa sin cambiar nada.

Otra vez ahí la luna, bella
hipnotizándome con su mirada
devolviéndome a la realidad
la que no quiero aceptar
que es la que hay
o la cambio o todo es para nada
en mi nariz de nuevo, el café
calentándome las manos, el cuerpo
mi mente poco a poco se aclara.

Toni Oliver