domingo, 2 de abril de 2023

Apareció el lienzo en blanco

Apareció el lienzo en blanco

Apareció el lienzo en blanco
rayas y curvas se imaginan las manos
muchas de un color bien colorado
sobre el verde prado
las flores va brillando
corazón ardiente color pálido.

Y el pincel, que estará pensando
se aliará con el cincel que está parado
irá formando esos surcos
que el pincel irá decorando
dándole el relieve esperado
sensibles a los dedos al ir acariciando...

La obra de arte se va creando
al pasar el pincel sobre el lienzo
se activan las sensaciones, los sentimientos
el vibrar de todos los elementos
que la pintura van colocando
encendiendo la flama de ese fuego esperado.

Entre raya y raya, en ese momento
como si de un terremoto se tratara
tiembla hasta el suelo
el volcán escupe fuego
humo, chillidos, alaridos
en la lejanía se van escuchando.

La hoguera ardiendo
con sus flamas bailando
la danza de los sentires inexplicados
con el alma sentidos
el corazón está disfrutando
como el niño con  su juguete nuevo.

Toni Oliver

Quisiera explicar

Quisiera explicar 

Quisiera explicar a los cuatro vientos lo que por ti siento, pero al intentar explicarlo, pobre de mi, las palabras no encuentro. Busco y rebusco, no las hay en el diccionario, no para hacer lo con esa intensidad que hace que vibre, otros dirían que tiemblo, pero no, es la vibración que hacen esos dedos al pasar sobre mi piel, mis labios, en cualquier parte de mi cuerpo, es más, no hace falta ni que toquen, sólo el sentirlos cerca, el notar su calor que se acerca, que juega con esa sensación del “te toco, no te toco pero aquí estoy”. Sentir tu respirar, tu aliento, como esa brisa, si esa que mueve los árboles, pero no son ellos, soy yo el que se mueve, vibra con el solo paso de esa brisa sobre mi, mi piel se eriza, elevando el vello para sentir ese aliento con más fuerza, al hacer que se muevan como esas ramas que lo saludan haciendo vibrar la savia de los árboles, al igual que haces con mi sangre al pasar por las venas, fluyendo a velocidad vertiginosa, enloqueciendo mi cerebro con sólo pensarte, sentirte tan cerca como para abrazarte en un fundido abrazo, de esos interminables, donde el sólo contacto de esa piel tibia, apasionada, sin nada que nos separe, nos pone en resonancia, nuestras acciones, nuestros pensamientos, nuestras ideas vibran al mismo tiempo, al mismo son, como la música en las cuerdas de la guitarra o de cualquier instrumento, vibrando en la misma frecuencia, a veces en disonancia, formamos una orquesta de sonidos, vibraciones diferentes que se conjuntan, haciendo sonar una nueva música que mueve nuestros sentimientos, esos sentires no armonizados, salvajes, como una sesión libre de jazz, donde la improvisación hace que se llegue a ese sumo donde jamás se había imaginado. Como explicar todo esto a quien jamás lo ha vivido ni sentido. No, no puedo explicarlo.

Toni Oliver