Amanece
Amanece
fría la mañana
sobre la hierba la escarcha
empañado el cristal de la ventana
caminos de regueros de gotas
se van marcando mientras
el sol se levanta.
Un vaso, su agua
el perfume de unas rosas
despiertas al alba
al son de la caracola
trayendo el pescado desde las barcas
fresco, saltando en la cesta
ojos vivos pidiendo clemencia.
Cálida la escancia
calor que los cristales empaña
tras ellos, grandes sombras
simulando ramas
sus hojas escarchadas
rayos de vida entre ellas
el sol, su magia.
El sonido de la cafetera
su silbido, su esencia
ese perfume que despierta el alma
de una noche que se quedó corta
que con el sueño no acaba
ni con varias tazas
endulzadas o amargas.
A traición, unos labios que besan
la nuca con calma
unas manos sobre el pecho, sus caricias
mudas palabras
que hablan más que una enciclopedia
el recorrer de esos besos por la espalda
cayéndose al suelo la bata.
Unos trinos lejanos, tras la ventana
celestial música
una respiración acompasada
que por momentos se desequilibra
como un caballo que se desboca
por el prado entre la verde hierba
y el crujir sobre la escarcha.
Toni Oliver
