miércoles, 29 de septiembre de 2021

La soberbia humana

La soberbia humana

La soberbia humana
prefiere la adoración
para llenar su orgullo
eso que le marca su vanidad
a sabiendas de que ignora la verdad
para no reconocerla
no sea que reconozca su humanidad.

Prefiere ser el cruel 
el que castiga por su poder
auto otorgado a capricho 
para su auténtico placer
el del sufrimiento de sus esclavos
a veces llamados subordinados
arrastrados a su paso, como alfombra
para que no se manche los zapatos.

Soberbia destructiva
no sólo del hombre a sus pies
sino de todo lo que le envuelve
hasta el aire que respira 
que envenena con su mirada
el desprecio a lo que lo alimenta 
sea alimento o bebida
con tal de ver sufrir a quien lo cultiva.

Necesita llenarse, envolverse
de costosas cosas e inútiles
su vanidad le grita
en la oscuridad de su mente
que nadie tenga más que él 
todo poderoso humano
bebiéndose la sangre como si fuera vino
emborrachándose del rojo líquido...

Toni Oliver

Dicen que el espejo

Dicen que el espejo...

Dicen que el espejo
te muestra como se deforma
de la juventud su belleza
en parte difiero.

Difiero porque lo que te muestra
es la transformación de esa belleza
en la solidez de las arrugas
trazos de escritura
que si te dan la belleza interna
suma de años y experiencia.

La juventud, como la flor
de amanecer en amanecer
va desapareciendo en lo externo
pero dentro del alma, tu ser 
se conserva ese niño
ese chaval adolescente.

Sólo que en un cuerpo
donde los saltos son más limitados
los pasos más firmes, quizás más lentos
poco importar no hay prisa para sumarlos
sabemos que la Parca con nuestros tropiezos
a cada uno lo va disfrutando.

Muchos ven el gris en estos pasos
yo veo el disfrute de la gloria
la de poder ir sumando
cada día un poco más sabio
aunque por dentro diga que soy más tonto
en ambos casos estoy acertando.

Ya no va uno, con esta suma de años
corriendo como las cabras locas
ahora lo importante es ir disfrutando
de todo lo que en su tiempo pasaba volando
y, nos damos cuenta ahora, no le hacíamos ni caso
ahora, con el pelo gris o calvo, lo adoramos.

¿Y tú, espejo, porqué me miras tanto?

Toni Oliver