jueves, 9 de enero de 2020

Triste la mirada

Triste la mirada

Triste la mirada
detrás de harapos atrapada
la arena agrietada
lienzo, pintura cuarteada.

Luna llena entrando por la ventana
luces y sombras, un arpa
unas notas, una melodía
una nube, el silencio aguarda.

Unos pasos, un vals
suena el bajo, la danza
ojos cerrados, perfume a rosas
un jardín, todas ellas blancas.

Salta el gamo, el puma
profundas miradas
al  acecho en la laguna
reflejos en el agua.

Cielo de estrellas
al son de la guitarra
tango se respira
ballet se baila.

Una luz, un portal, una plaza
atrás la oscuridad del alma
deslumbra el sol, una máscara
cadenas de acero en llamas.

Arde la vela con su candela
desaparecen las tinieblas
el infierno se derrumba
azufre, humo, niebla.

Carámbanos de hielo, fuente seca
rayos de sol, azulada belleza
su rostro en las rocas
sentires del hielo afloran.

Pies desnudos sobre la arena
en el mar la sirena
su mirada, su belleza, ella
en mi sentir, la locura.

Un puente de madera
bajo él, agua
retorna la esperanza
dando brillo a la mirada.

Cara tapada
llena de alhajas
los ojos brillan
dos espejos, un alma.

Un piano, escaleras
una rosa ensangrentada
envuelto por la maleza
ramas deshojadas.

Ojos cerrados, sueñas
los rayos de sol te calientan
fluye la vida, el agua
revienta la pasión como gran cascada.

Toni Oliver

Después de la algarabía

Después de la algarabía

Después de la algarabía
el sonido del silencio...
Y en este sonido,
a veces celestial,
otras destructor de almas
escuchas desde tus adentros
lo que el corazón te habla
mudas palabras
sinceras, sin tapujos
tus propios ángeles
también los diablos
hablan alto y claro
todo es saber escucharlo
cuando a veces...
preferiríamos que estuviera callado
nosotros mismos queremos engañarnos...

Toni Oliver