Jugando con mi barquito de papel
Jugando con mi barquito de papel
al ver el mar al otro lado de la ventana
mar que apenas tocar alcanzaba
el gato rozando los pies buscando la correa
para dar un paseo más allá de la acera.
Perdidas las gafas
por los suelos la alfalfa
entre la verde pradera
rojas amapolas, siempre bellas
mirada infinita entre la nada.
Los pulpos atacan
entre sus tentáculos te abrazan
huele a mar salada
entre la asfixia miro la ventana
ya no había mar, era pintura.
La mente divagaba
entre el pasear sobre la verde hierba
el acero de las cadenas
de los barcos sus anclas
sobre un pedestal la mirada.
Un libro abierto, hojas tintadas
tinta viva, bailarina
cuanto más mirabas
cambiaban las palabras
del sonido del mar a la alta montaña.
Ya de noche bien entrada
apareció la luna, fresca, como si nada
las estrellas rojas, ensangrentadas
alguna brocha mal intencionada
la cruz de la amapola, su perversa mirada.
Por ahí andaba la araña
silenciosa, tejiendo la tela que atrapa
como la mente y su maraña
sentires e ideas descontroladas
mientras, en los labios la sonrisa...
¿O era una carcajada?
Toni Oliver
