Repican las silentes campanas
Repican las silentes campanas
en lo más oscuro de la noche
entre las tormentas cotidianas
rayos, truenos, insomnio.
No son las campanas del templo
ese de piedra, estático
sino las de tu propio templo
el de tus adentros.
Llaman a encuentro
con ese desconocido interior
que toda la vida vas llevando
sin saber su gran secreto.
Ignoto, escondido, olvidado
de niño jugabas con él
ahora, tiempo ha
que ni un saludo le vas mandando.
El repique es para que acalles el exterior
esa algarabía que nunca se acalla
la que te miente cada vez que la escuchas
la que en ti siembra el odio.
Busca la calma
no afuera, sino adentro
ese mundo desconocido
sí, ya sé que te da miedo.
Céntrate en ti mismo
mil cosas por tu mente irán pasando
déjalas que sigan su camino
al final irán desapareciendo.
Hallarás un mundo desconocido
la verdad de tu existencia
no la que te van imponiendo
sino la verdad de tu esencia...
Toni Oliver
