jueves, 29 de junio de 2023

Escuché

Escuché

Escuché declamar
en la radio, más allá del mar 
un escrito, “La Caja de Música”.

Entre el sonido de la cajita
la danza de la bailarina
esa voz melódica que declama.

Era ya una caja mágica
donde los sueños volaban
al son que el ritmo marcaba.

Esa voz melódica
que enamora el alma
descaradamente enamoró la mía.

Diosma, qué alegría
mis letras en tus palabras
haciendo que de ellas enloqueciera.

Sí, de mi escrito, esas palabras
que las escribo como en escritura automática
las siento cuando salen de la pluma.

Después quedan plasmadas
sobre las hojas blancas
propiedad de quien sepa apreciarlas.

Cerré los ojos para escucharlas
esa voz hacía que viajara
por la nieve, los prados, la playa.

Al apagarse la música
sentí deslizarse a mis lágrimas
cayendo en cascada sobre las mejillas.

Al vacío saltaban
escuchando esa hija de mis entrañas
con esa voz que la declama.

Toni Oliver

El juego de mi corazón

El juego de mi cerebro

El juego de mi cerebro
juega a su antojo con migo
pone ante mi tus labios
esos que tanto deseo.

Me pone tus ojos, tus miradas
acelera mi corazón
aunque sea viejo y cascado
sigue andando, aunque sea  renqueando.

Me coloca tu sonrisa, su brillo
de mi piel se eriza el vello
mil mariposas con su revuelo
mi estómago cuasi rugiendo.

Pensaba que era hambre, pero no
ruge por tenerte en mi pensamiento
pero no tu mente ni tu cuerpo
es como si fuera un sueño.

Debió serlo
el despertador está sonando
mis ojos legañosos
el vacío a mi lado.

Como puedo me levanto
busco por todos lados
pensando que estás dando un paseo
a la cocina o al baño.

Pero no, no te encuentro
me la jugó mi cerebro
sebe, el cabrón, que te quiero
me tortura recordándome que te sigo queriendo.

Quisiera borrarte de mi pensamiento 
a sabiendas que tenerte cerca no puedo
ni tan siquiera escuchar el sonido de tu voz
ni tu respirar, ni tu aliento.

Pero ahí aparece el torturador
como si fuera la Inquisición
torturando con pasión
mi pobre y cansado corazón.

Toni Oliver