viernes, 5 de noviembre de 2021

Me vendieron el infierno

Me vendieron el infierno

Me vendieron el infierno
como atrocidades infinitas
horrores a mansalva
simplemente ardiente fuego.

Los que me vendían el cielo
con sus bondades infinitas
se levantaban en armas
contra las almas pacíficas.

Situaban el cielo en las alturas
el averno en las entrañas de la tierra
de nuevo mintiendo
cuando conviven juntos, revueltos.

¿Existiría el bien sin el mal?
¿Existiría el mal sin el bien?
El uno sin el otro es simplemente nada
ambos son el mismísimo todo.

¿Será que el infierno es todo lo prohibido
lo que hace sentirte vivo
eso que hace que tu corazón lata con fuerza
viviendo una vida sin fronteras
ni dogmatismos inviolables?

¿Será el cielo donde pastan los corderos
criticando las ovejas negras
marcándolas como descarriadas
también las cabras saltándose la valla?

¿O, será más bien todo una farsa
vida de engaños para mantenernos esclavos
que la realidad nunca la sepamos
sólo las mentiras de que nos van informando
realidades manipuladas, quizás... Inventadas?

Me vendieron el infierno
los que también me vendían el cielo
festejando sus ganancias del cielo
con lucifer, lujuria en el averno.

Toni Oliver

Viendo arder el fuego

Viendo arder el fuego

Viendo arder el fuego
en la chimenea los leños
las llamas, un escenario
cada una, actores de teatro
infinitas imágenes sus movimientos
hipnotizante su rumoreo.

Como tu sangre, el humo rojo
al arder en mis pensamientos
las flamas, tu cuerpo
moviéndose sin concierto 
las pupilas de mis ojos
de mirarte, ya ciegos.

El latir del corazón escucho
ya no sé si el mío o el tuyo
o ambos acompasados
marcando nuestro ritmo
vals de besos
abrazos fundidos.

El calor en nuestra piel se va pegando
nuestros cuerpos desnudos
exploradores los dedos
la lengua, salvaje, lamiendo
el sabor salado
que la brisa del mar nos ha dejado.

Sensación de erizo
la piel llena de minúsculos montículos
sembrados por el vello
firmes, mirando al cielo
como soldados uniformados
todo el cuerpo sintiendo...

Toni Oliver