Va el anciano Cupido
barba desdeñada
ciego y sin gafas
arco sin cuerda
flechas no afiladas.
Lanza las flechas
a mano alzada
ya no apunta ni nada
a bulto, a ver a quien le hace la guarrada.
Sigue con pañales
de ropa no entiende nada
se le cae la tela
remiendos no le hacen falta
ni la aguja ya aguanta.
Quien a Cupido revelará
que ya para jubilarse está
que viaje lejos de la playa
que en verano llena de gente está
lo mismo alguna flecha le quedará...
Toni Oliver