sábado, 6 de mayo de 2023

Madre

Madre

Esa mujer incomprendida
no por ello menos amada
la que nos lleva nueve meses en su gesta
con el tiempo convertida
en el “paso de la reina”
con su “filosofía intuitiva”
de tal forma que los niños llegan
sin papeles que como cuidarlos te digan
“madre, sinónimo de amor” y magia
la gran maga que todo lo cuida y mima
muchas veces yendo todo a la deriva
con un timón en quiebra
muchas veces, rotas las velas
siempre mirando al frente, a por la vida
por sus crías es la fiera
que nadie se les acerque y les hiera
que ello, como puede, alimenta 
aunque de su boca el bocado quita
para que coma su descendencia.

Por sus hijos incomprendida
no entienden su fiereza
aunque en su regazo luego los acoja
les abronque de nuevo sus fechorías
el manual instrucciones no lleva
tampoco se enseña en la escuela
ahí siempre faltaba esa asignatura.

Solo se le comprende con los años pasar
cuando uno en madre se convierte en la vida
luego con los tropezones que se encuentra 
mira atrás, Madre ahora te entiendo, perdona
los palos me enseñan lo que tu querías
siempre con cariño o enfadada me decías
pero mi orgullo y rebeldía no comprendía.

Toni Oliver

Lo encontré

Lo encontré

Lo encontré con sus manos
como quien no quiere ver, tapándose los ojos
manos llenas de pintura en forma de polvo 
y sangre que las recorría como un misterio.

Le convencí de que las apartara
para que viera un mundo diferente
al de los cascotes caídos tras las bombas
los cristales como mosquitos chupasangres.

Y los abrió de par en par 
grandes como dos soles
brillantes como dos faros
expresivos como dos proyectores.

En ellos se abría el infinitos
la belleza de ese niño destrozado 
que olvida bajo los escombros
esos momento en que ha sido torturado.

Torturado por la vida
olvidado del amor
sin esos brazos que lo abracen
sin esos besos sin rencor.

Ahora, ya no era polvo lo que sus manos manchaba
era esa pintura de vida que los recuerdos pintaban
esa que latía tras la piel como mil corazones
aun con la cara manchada, la sonrisa se notaba.

Tras los muros derruidos del lienzo
entre los cascotes brillaban las estrellas
hasta la luna lucía muy bella
desapareciendo el eclipse que la tapaba.

En sus labios ya estaba la sonrisa
la melancolía poco a poco desaparecía
ahora estaba en lo que por la noche soñaba
esa luna que amor le transmitía.

Toni Oliver

Se pegó a mi

Se pegó a mi

Se pegó a mi
como si fuera una lapa
agarrada a una gran roca
con sus brazos me abrazaba
fuerte, muy fuerte, por la espalda.

Notaba su respirar
con el mío se acompasaba
la paz, la tranquilidad se notaba
hasta del corazón el palpitar
que en mi espalda retumbaba.

Sus manos me acariciaban
mientras su brazos más y más apretaban
quería susurrar, con sus dedos los labios me tapaba
con la otra mano los ojos me cerraba
ya no eran sus manos, sino todo su cuerpo el que sentía.

Lo sentía amplificado, como  el eco en la montaña
el eco en mi mente rebotaba como su esencia misma
ni el mar lo acallaba, las olas lo acompañaban
en mi boca el sabor de la sal, de la vida
que se filtraba con el mismo respirar.

No, no le vi la cara, cuanto me perdía
pero la sentía con el alma, cuanto ganaba
sentir con todos los sentidos, que delicia
ese amor que rezumaba, a mi se me pegaba
quería darme la vuelta, no me dejaba.

Sus labios quería buscar, en el vacío se perdían
solamente sus dedos los míos acariciaban
a su paso pequeños besos les devolvía
para que a sus labios se pegaran al acariciarse la cara
y sintieran lo que los míos sentían.

Mas no, no me dejó besarlos cara a cara
me quedé con el deseo de mirar sus ojos como se abrían
al igual que a los míos la luz me molestaba
aunque se abrieran todos a la vez no se veían
su calor, su perfume, su aliento en mi quedaba.

Toni Oliver