Entre venires y devenires
Entre venires y devenires
paseos sin rumbo por los escaparates
reclamos de falsas felicidades
esos bien vendidos andares
un espejo con mi imagen.
Miles de rayas sin destino
por mucho que siga uno el hilo
aparece siempre al inicio
una gran maraña formando
como si estuviera el gato jugando.
Sí, era yo, era mi mente
sin sentido pensante
dándole vueltas a lo inexistente
admitiendo ese engaño de presente
que va creando para entretenerse.
Yo, víctima de mi propio juego
creando un mundo de recreo
que por dentro me va royendo
cual nido de ratones hambrientos
en los indelebles pensamientos.
El espejo podría romper
quedándome con la mala suerte
teoría poco creíble
mejor darse la vuelta siempre
buscando otra cosa diferente.
Que mi mente vaya distrayendo
con algo un poco más sano
no sólo con ese veneno
que en doquier voy tragando
más tarde vomitando...
Toni Oliver
