viernes, 11 de diciembre de 2020

Soñé que soñé

Soñé que soñé

Soñé que soñé
que contigo estaba
acostados cerca de la ventana
de donde el cielo se divisaba.

Pequeñas luces parpadeantes
allá en los cielos lejanos
tu y yo abrazados
hablando de cosas banales.

Colgaba la luna de tu pecho
donde brillaba la luna del cielo
mis ojos parpadeando
mi cabeza girando de lado a lado.

Sentía tu aliento
como la brisa se convierte en viento
el corazón se iba acelerando
el huracán estaba empezando.

Miré tus ojos iluminados por la luna
se reflejaban las estrellas
convirtiéndose en dos de ellas
iluminándome la velada.

De las banales cosas
a los ardientes sentires
roja la lava que de nos emana
la pasión de nuestro volcán erupcionaba.

Ya en el centro del huracán
llega la calma
un rato hasta empezar la espiral
de la pasión descontrolada.

Besos de pasión
caricias, emoción
suda el cuerpo
la calma de nuevo...

Toni Oliver

Nos obsesionamos

Nos obsesionamos

Nos obsesionamos
con cerrar todo con candado
muros muy altos
del mejor acero encontrado.

Las llaves mejoramos
para quien quiera abrir lo complicamos
decimos que la libertad perdemos
cuando somos nosotros 
los que cerramos por dentro.

Grandes máscaras formamos
indestructibles, sin acceso
nos encerramos dentro a cal y canto
ahí quedan olvidados
nuestras almas, corazones, hasta el amor.

Seguimos por no ser entendidos
cuando ni siquiera hablamos
ni dejamos traslucir nuestros pensamientos
la culpa a los otros echamos.

Decimos que no somos amados
cuando nuestro amor no soltamos
lo mantenemos escondido
tras esa coraza de acero armado.

Sin olvidar el Alzheimer crónico
que nuestra mente todo lo va olvidando
hasta la llave del cerrojo
escondida a nuestro antojo 
olvidada en el fondo
de nuestro tan amado foso.

Toni Oliver