Del mal de adultos nos quejamos
Del mal de adultos nos quejamos
aunque el cuerpo crezca,
si nos dejaran ser niños
no autómatas manipulados,
hasta para la industria sería mejor
no sería el síndrome de Peter Pan,
sino el de la mente libre
sin creencias ni manipulaciones
un mundo imperfecto
donde crecen las ilusiones
como única barrera el universo
de su propio pensamiento.
Y luego nos quejamos
si ya no soportamos
ese mundo de niños
que antes tanto nos deleitamos
ahora envidiamos
pero en nuestro fondo no soportamos
nos sumergimos en ese mundo de adultos
el mundo de los absurdos
del que llamamos progreso
por llamarle algo
destruyéndonos sin más remedio
convirtiéndonos en esclavos.
Simples peones del juego
si piensas eres peligroso
si no lo haces eres un simple autónomo
manejado a control remoto
que eres libre te van diciendo
pero el camino te van marcando
muros a uno y otro lado
un techo de cristal falso
imágenes de un mundo extraño
diciéndote que todo es muy malo
sólo el camino que te han marcado
es el ideal para sentirte realizado.
Luego, con el tiempo
entre achaque y achaque vas pensando
como he consentido ser engañado
ni tan siquiera el tonto del pueblo
era tan tonto como yo he sido
y ahora que casi ya no puedo
intento disfrutar de ese mundo
ese que me han negado.
Toni Oliver
