sábado, 1 de abril de 2023

Andaba con mis cansados pasos

Andaba con mis cansados pasos

Andaba con mis cansados pasos, mis pies tras tantos años aguantando mi cuerpo les costaba caminar, pero seguían constantes, sin parar. Por un momento, me volví para ver si mi sombra todavía me acompañaba, vi como todo tipo de aves de rapiña, cuervos, buitres, incluso las hienas se les sumaban esperando que del todo me parara.

Decidí en este momento que no estoy para darles placer ni alimentar a tanto desalmado hambriento. Abandoné mi sombra entre la oscuridad de las tinieblas, aún siendo de su calaña, no encontró la salida para seguir mis pasos, ahora, ya más libre por no tener que arrastrarla bajo la luz del día, la gente me mira extrañada, ya no van mis pasos lentos, levitan sobre el asfalto, el cemento, esa sombra no me ancla a la tierra ni a sus despojos, no se explican como sombra no dejo tras mis pasos, soy la luz que refleja la sombra de quien me mira, más la mía ni asoma, ni los carroñeros me buscan se perdieron entre los misterios que ellos mismos crearon.

Tan es así que la propia oscuridad se difumina a mi paso, me teme por enfrentarme con su prima, mi sombra, que en su casa la abandoné para que se repensara su existencia.

Mis pasos, ahora ya livianos, sigue andando por los caminos de la aventura, quizás no tan rápidos como cuando iba corriendo a todos lados sin saber ni el destino ni para que lo estaba haciendo, sólo siguiendo la inercia de los que, al igual que yo seguían corriendo hacina ningún lado.

Un día, en una de mis pausas, viendo como la tortuga llegaba a todos lados, sin prisas, también sin pausas, me sentí como la liebre totalmente agotada por correr sin rumbo, saltando como una cabra sin saber donde ni porqué saltaba, la tortuga, siempre serena, su gran coraza sobre sus espaldas, su piel arrugada, no le importaba ni su madriguera, ni su casa, ella era su propia casa, no tenía que llegar a ellas tras estar todo el día corriendo, no, ella no corría, siempre estaba en su casa, pero jamás en el mismo sitio, feliz como ella misma sin la locura de la joven liebre con sus carreras sin rumbo. La tortuga quizás no busque su destino, ella es su propio destino, tampoco le teme a sus agresores, ella es su propia defensa, si se siente atacada, se esconde en su fuerte castillo donde los colmillos no entran, tampoco se preocupa por su sombra, cuando de ella se cansa, la abandona en sus escondites bajo tierra, donde su ego se muere al no ser contemplada ni recibir los aplausos que deseaba.

Decidí ser como la tortuga, quizás no corra, pero vivo mi existencia con más calma, contemplando las pequeñas cosas, los pequeños actos que me acompañan, sabiendo disfrutar de una sonrisa, unas palabras que me acompañen en mi calma, o solamente una mirada que diga más cosas que una enciclopedia, que me haga sentir vivo, sin pensar si viviré mañana, tampoco si moriré, eso ya poco importa, es un futuro utópico, ya llegará si tiene que hacerlo, lo que importa es no perder ese momento, sino vivirlo, sentirlo, aprovecharlo, todo lo demás son simples e inútiles inventos.

Toni Oliver

¿A dónde vas asesino de bosques?

¿A dónde vas asesino de bosques?

¿A dónde vas asesino de bosques?
No quemas solo madera
quemas la fauna, la vida
el oxígeno que respiras...

Con ese “malage” que buscas
alimentar las madereras
edificar con más cemento sin hierba
dejando que aumente la temperatura...

¿Dónde anidarán los pájaros?
O  harán sus madrigueras
esos conejos, liebres
u otros animales que su casa ya tenían.

Destruiste su vida
para llenar unos bolsillos
con papeles que llaman dinero
no, no se come, da miseria.

De dónde conseguirás el oxígeno
que necesitas segundo a segundo...
Acaso unos billetes te solucionan el problema
o el de la gente que tienes a tu vera.

O tú, que disfrutas de ver como quema
esas llamas que todo lo destruyen
¿Tu placer vale más que la vida?
La que destruyes como un psicópata...

¿A dónde vas asesino de bosques?
Asesino sin alma
disfrutando del olor a carne quemada
para que tu vanidad sea llenada.

No, no sólo asesinas la vida del bosque
asesinas, aniquilas la del planeta
por cuatro míseras pesetas
mientras se forren quienes te lo mandan y pagan...

Reflexiona, apaga tu ego que enciende la miseria
sin apagar las llamas, más bien aviva las del odio
las del dolor, las del hambre cercana
del pan que quemas sin haber mañana.

Toni Oliver

Se abrazaron

Se encontraron

Se encontraron con esa bella luna
dos bellezas con sus sonrisas
los tres con su rostro que brilla
allá en el cielo como las estrellas
también en esa tierra de pequeñas alegrías
de cosas cotidianas cada día
donde una sonrisa te alegra
quitando el mal humor y la malicia.

En el universo se abren las puertas
cuando las de tu alma tienes abiertas
con tus brazos de par en par 
para que a ellos quiera llegar
y poderse abrazar sin más
sin motivo aparente ni nada que aparentar
sólo con el sentir de esos brazos como abrazan
y el corazón palpitar.

Toni Oliver

Crecerán nuevas alas

Crecerán nuevas alas

Crecerán nuevas alas
una vez curada la herida
por haberlas perdidas
dolorosa, 
pero hay que sobrevivir a las caídas.

De la nada, surgirán nuevas plumas
aunque tengas que coserlas una a una
emprendiendo de nuevo ese vuelo
hacia un cielo infinito
mucho más allá de las montañas.

Imagina el columpio
roto entre escombros
hasta que ese niño curioso
lo arranca de ese entorno
lo limpia y lo instala...

Brilla el sol de nuevo
oscilando entre las subidas y bajadas
ese vaivén que es como la misma vida
ahora arriba, abajo, otra vez arriba
repitiendo la jugada.

No mires las alas rotas
imagina las nuevas
recién salidas
más fuerza, más belleza
corre y vuela.

Toni Oliver