miércoles, 23 de noviembre de 2016

Suenan los violines

Suenan los violines

Suenan los violines
mientras cerca te presiento
se que ahí estás, mas no te veo
huelo tu perfume
el de tu piel, el de tu cuerpo.

Siento tu respiración pausada
la mía respira entrecortada
toda la piel erizada
escalofríos, temblores
tu presencia, tus pasos
el taconeo de tus zapatos
marcando terreno
aumentando mi pánico.

Cita a ciegas
en algún lugar del espacio
ojos vendados, esperando
el corazón palpitando
acelerado como fiera escapando
mi cuerpo, quieto, ahí esperando
escudriñando el aire
mientras voy respirando.

Cerca te siento
tiemblan mis piernas
de placer o miedo
confianza y recelo
tu respirar cerca de mi cuello
pausado, ligeros besos.

Surcan mi piel esos dedos
sobre esa piel erizada
vello de punta, en guardia
pequeñas antenas del sentir
escalofríos a raudales
sentires y placeres a mares
nada entiendo, sólo siento
siguen esos dedos recorriendo
con placer y mucho tiento.

Siento el calor de tu cuerpo
tu desnuda piel acariciando la mía
transportándome a otro mundo
más allá de la imaginación mía.

Ni una palabra, ni un sonido
sólo tu aliento, tu cuerpo rozando el mío
besos recorriendo mi piel
tan fuerte late mi corazón
que ni escucho sus latidos.

Me siento viajando
por mundos desconocidos
placeres no soñados
ahora en la carne sentidos.

En el suelo tumbado
sobre una alfombra desfigurada
un rayo de sol entra por la ventana
en la habitación no hay nadie ni nada
sólo yo, la alfombra y la ventana
ese rayo de sol que me despierta
un recuerdo de sentires
inexplicables con palabras.

Toni Oliver

Mamoneo, mamoneo

Mamoneo, mamoneo

Mamoneo, mamoneo
mamoneo nacional
si chupo ni quiero perder el asiento
si hablo me van a infartar.
Si nada digo, nada hago,
sólo obedezco, soy un mandado
me mantengo apoltronado
cinta americana en la boca
no sea que mueva los labios
y el mamoneo se me vaya acabando...

Toni Oliver

Surca el velero los mares

Surca el velero los mares

Surca el velero los mares
en medio de la gran tormenta
balanceándose de parte a parte
sobre las olas saltando la proa
para hundirse en el fondo de los mares.

Resurge de las profundidades
saltando por encima de las aguas
como delfín jugueteando
saludando a la luna en cada salto.

Relámpagos y truenos
iluminan con fuerte estruendo
arden las velas como el fuego
siguen llenas de viento.

Proa amurada
rompiendo las olas
avanzando en la mar alborotada
de babor a estribor
bailan las escoras.

Se encoge el alma
ola tras ola alborotada
un vacío entra en el cuerpo
tensión sobre tensión
sigue la navegación
después de la tempestad
llega la calma.

Toni Oliver

Ilumina el velero

Ilumina el velero

Ilumina el velero
la noche de calma chicha
la danza de los vientos empieza
implorando que llegue la brisa.

Necesita el viento
para regresar a la vida
velas llenas del rico soplo
para recorrer esas aguas marinas.

Ilumina el velero
las románticas noches
sonámbulos irreverentes
sirenas con sus cantos latentes.

Cuentan leyendas
de monstruos marinos
salvajes y sanguinarios
destructores
de todo lo que por el mar navegue
sin su permiso.

Veleros fantasmas
de la niebla aparecidos
esqueletos vivientes
inmortales marinos.

Suena la campana
la fiesta se acaba
las luces se apagan.

Sopla el viento
se mueve sobre las aguas
destino incierto
marcado por el soplo
de la brisa en cada momento.

Toni Oliver