lunes, 5 de septiembre de 2022

Me sentí acurrucado



Me sentí acurrucado 

Me sentí acurrucado
entre sus tiernas manos
suaves, sedosas, en su amparo
desde sus venas escuchaba sus latidos
al que acompañaban los míos
armonía entre corazón y corazón
sintiéndome tan minúsculo
tan grande e inmenso
a la vez, aunque sea contradicción.

Sin ver nada, ciego
escuchaba su aliento
música celestial que me va calmando
de mis fantasmas, dragones, diablos
mil monstruos inculcados
una caricia de sus dedos
mi piel erizando
siento hasta escalofríos
sin ser por el frío que está reinando.

Más bien, esa calidez de esa mano
la del dedo acariciando
los besos de sus labios
estremeciendo los míos
unos y otros se quedan pegados
mudas palabras, silencio 
un corazón, el aliento entrecortado
esos brazos abrazando
ambos presos de ambos.

Toni Oliver

Bajaban las hojas de los árboles

Bajaban las hojas de los árboles

Bajaban las hojas de los árboles
hermosa lluvia de otoño
rojas, naranjas, amarillas
restos de verde, sueño de verano.

Sonaba la guitarra
monótona como el vuelo
de esas hojas al son del viento
bailando la danza del ocaso.

Se filtran los rayos del sol 
entre los claros que van dejando
millones de colores diversos
magia para los ojos que están mirando.

Ay quien se pone nostálgico
pensando que esto es muerte
sólo es un pequeño cambio
muerte a cambio de la vida siguiente.

Sigo escuchando esa guitarra
sonando de cualquier lado
quien la oca apoyada en el tronco
ese inmenso y grueso árbol.

Caen dos gotas 
diseminadas tras el verano
ese perfume tan apreciado
esa tierra mojada, petricor.

Toni  Oliver