Miles de lagos secos
Miles de lagos secos
calcáreas las formaciones
como cortadas
transversalmente huesos.
Palpita su corazón rojo
debajo, su sangre ardiendo
del volcán los latidos
de ese misterioso engendro.
Desde el cielo
como el extraño mito
el latir del centro de la tierra
tal como un ser vivo.
Fuego, oro
verde incipiente
vida resultante
líquenes resistentes.
Qué nacerá en el imaginante
cuando se le incendie la mente
mil figuras diferentes
mil más para cada mente pensante.
Mil lagos secos
cascadas imaginarias
calmas aguas inexistentes
bajo el reflejo de los focos.
Esos faros opacos
de reflejos ciegos
de las gaviotas sus desechos
de la lluvia esos lagos.
Toni Oliver
