lunes, 14 de marzo de 2022

Revoloteaba la mariposa

Revoloteaba la mariposa

Revoloteaba la mariposa
entre las flores del cerezo
debajo, con la cabeza gacha
ternura por aderezo.

Dentro de esa cabeza
de mariposas otro revoloteo
perdiendo su esencia la gravedad
flotando sobre el suelo.

Abriste las alas
a un mundo nuevo
tocares nuevos, manos antiguas
rozando la piel, se eriza el vello.

Tras el visillo de seda blanca 
irrumpe la luz, cual misterio 
entre el miedo, la esperanza
la seguridad de ambos, el fuego.

Un paseo por las estrellas
entre llamas ardiendo
rompiendo el silencio las lágrimas
al caer en el lago de lo sueños.

Toni Oliver

Guerra

Guerra

Guerra
donde aflora la hipocresía humana
las mentiras a mansalva
donde quien la declara
no asoma en el campo de batalla.

Escondidos en sus refugios
a resguardo de las balas
o en una mansión a todo lujo
mientras al pueblo le falta
lo imprescindible para defender su área.

El miedo en el cuerpo
las ruinas en doquier se vaya
el sonido de las alarmas
no hay refugio que valga
sólo la sangre por el suelo se derrama.

El afán de poder
la avaricia humana
sacando todos los diablos de sus entrañas
sin importar quien caiga
lo importante es llenar la caja.

El pueblo
entre las bombas y la sangre
mientras unos sacan la maldad
otros reparten esperanza
ayudando mientras queda alma.

Luego están los mentideros
de uno y otro lado con sus altavoces
señalando al otro como el malo
cuando ambos juegan a ajedrez desde el tablero
pero en su cuerpo no sienten los balazos.

Sólo el pueblo, el pagano
es quien siente y recibe los disparos
curiosamente dispara y le dispara 
su propio amigo y hermano
que no entienden porque eso pasa.

Nada que ver la realidad divina
sólo el humano con su avaricia
sediento de sangre para llenar su codicia
poco importa a quien tenga que chuparla
con tal que en la copa saborearla.

Toni Oliver