miércoles, 22 de septiembre de 2021

Te abracé

Te abracé 

Te abracé con todas mis fuerzas
tanta pasión mi cuerpo contenía
al acercar mis labios a tu boca
de mis brazos desaparecías
como un castillo de arena
vi mis pies que tus pasos seguían
desmoronándome al son de la brisa
un montículo bajo la luna
en el desierto de las estrellas
nos fundimos en minúsculas gotas
como la lluvia, el rocío o la niebla
convirtiéndonos en todo y en nada
imperceptibles a la vista humana
quizás como fantasmas
que los muros atraviesan
o como la nube que viaja
luego descarga sobre el mar o la tierra
convirtiéndonos en vida
por todo donde la nube riega...

Toni Oliver

Y...

Y...

Y...
De cada manzana sale un verso
de la cesta una poesía
entro todo, como si confitura fuera
al desayunar al alba
rezuma el cuerpo de alegría
tras ponerla sobre las tostadas
para empezar bien el día.

Toni Oliver

Al vuelo

Al vuelo

Al vuelo
recogí una hoja del olmo
símbolo del otoño
ya en mis manos
las junté por un momento
al abrirlas, en la hoja agujeros
se deshacía en pequeños trozos
en mariposas convertidos
poco a poco emprendían el vuelo.

Absorto por el hecho
me acordé de tus ojos
viendo tu parpadeo
como de las mariposas el aleteo
parpadeante su brillo
como el intermitente faro
en medio del océano
indicando la llegada a puerto.

Quería ir recordando
aquellos pasados hechos
en el ardiente verano
de no sé ya cuanto tiempo
la memoria me está fallando
pero si recuerdo el latido 
de un joven corazón
lleno de pasión
en busca de tus besos.

Como también recuerdo
el fuego de nuestros cuerpos
rebozados de arena mirando el cielo
el oleaje los pies nos iba lamiendo
nuestros cuerpos iban llamando
en el mar nos adentramos
después de reírnos un rato
quedaron nuestros cuerpos abrazados...

Toni Oliver

Y si por única bandera

Y si por única bandera

Y si por única bandera
pusiéramos el sol aquí en la tierra
en una esquina la luna
mirándose con el amor que se profesan.

Y si se eliminaran todas las demás banderas
al igual que las absurdas fronteras
religiones de tristeza
otros dioses que no nos calientan.

Y si se eliminasen todos los mandamases
los que de facto gobiernan
en la oscuridad de sus cavernas
para que no rija el valor de las pertenencias.

Y si se nos ocurriera simplemente vivir
sin meternos en vidas ajenas
saliendo el amor de nuestras entrañas
y no el odio de nuestras vísceras.

Y sino hubiese guerras
ni gente guerrera
sino gente que lucha
por la simple supervivencia.

Y si nuestra fe fuese nuestra tierra
la de nuestras fuerzas
la del aprendizaje y la experiencia
la de la enseñanza para generaciones venideras.

Y si levantamos la utopía
la ilusión de cada día
subiendo esa montaña de la vida
simplemente con alegría.

Y si la piel se nos desgarra
la juntamos con saliva
como a nuestras crías
saliva, beso, una sonrisa.

Toni Oliver

Reflexión en la casa de la Pradera

Reflexión en la casa de la Pradera

Reflexión en la casa de la Pradera
el amo y señor de la tierra
el que no hace nada y todo se lo lleva
los perros que manejan al ganado
los esclavos que lo ordeñan
por otro lado, el ganado
pastando de lado a lado
en alerta de los perros y sus bocados.

Estos últimos, por una caricia
por un simple bocado
obedeciendo sin recato
buscando el retiro deseado
con longanizas por todos lados
puteando al ganado
sólo números en la libreta
la de las cuentas secretas.

Cuentas que piensan los perros
que a su tiempo irán heredando
se olvidan que son meros perros adiestrados
para ladrar a la orden de “ladra”
saltar a la orden de “salta”
morder a la orden de “muerde”
callar a la orden de “calla”
sin que pienses más allá de la orden dada.

Ahora, ya de traje y corbata
con el beneplácito del voto de los corderos
se convierten en “lobos amansados”
intentando parecer ese ganado
que están vigilando
robándoles su trabajo
a las órdenes de los amos
con la sonrisa en los labios, 
la lengua en los zapatos.

En la casa dela Pradera
felicidad y gloria
pasta el ganado por el prado
suenen los cencerros
el amo llenando el granero
la despensa y sus capazos
los perros mirando las longanizas
que se come el amo.

Toni Oliver

Me abracé a mi destino

Me abracé a mi destino

Me abracé a mi destino
sombra aparente 
que oculta mi mirada
ante la imprevisión de lo incierto
para sentir un presente
donde lata el corazón
no por ruidos lejanos
sino por los que se sienten en la piel
aunque los oídos sean sordos
los ojos estén cerrados
pero el tacto, vivo
como el aire que respiro
en los pulmones va entrando
acompañado, tras la caída del rocío
de esa tierra mojada
o el perfume de las flores
llevándote a un viaje
por la tierra encantada
quizás a través del espejo
que a este lado a veces no hay nada
y otras... Todo, como una montaña.

Toni Oliver