Sentado
Sentado
en su vieja silla
portátil, como antaño
plegable, cómoda.
El sombrero calado
hasta los ojos
expulsando el sol de la cara
dejando luz para sus manos.
Manos, sosteniendo el libro
que a la ribera se ha traído
el sonido del correr del agua
acompaña las palabras.
Palabras escritas con tinta
sobre papel gastado por el tiempo
la gente pasea sin prisa
él, sus aventuras en su pensamiento.
Si miras de reojo
de vez en cuando se le ve enojo
otras, una sonrisa en su rostro
con el sombrero
no se le ve el brillo en sus ojos.
Se parece a un anciano
si no fuera por el traje, un pordiosero
sus zapatos gastados
la ropa con sus remiendos.
Pero no, el tiene años
pero vive la juventud
perdida por los años
los acontecimientos.
Olvidado de todo el mundo
ahí, tomando el sol
cada día relatos nuevos
volviendo a ser niño
ese que se perdió hace tiempo.
Toni Oliver