lunes, 19 de julio de 2021

¿Qué buscas?

¿Qué buscas?

¿Qué buscas?
Algo que está por ahí afuera
un milagro sin esfuerzo
un guía que te guíe en tu paso
una voz que te ordeno lo que hacer...

¿Y la responsabilidad de hacer y decidir?
Sabes que esta la tienes dentro
y sólo tú puedes hacerlo
sólo tu decides y haces
de tus hechos los fracasos o aciertos.

Analicemos los fracasos
esos sólo existen si nada aprendes
echando la culpa al universo
pero su de ello aprendes
apechugas con lo hecho
brilla una estrella que te guía
por el camino correcto.

¿Es acaso fracaso aprender una lección?
Qué dice tu cerebro
después de pagar el precio
y luego ir en buena dirección...
Un orgullo en tus adentros
tiene que brillar como el sol 
por haberlo hecho.

¿Quizás pienses “y si hubiera hecho eso o aquello”?
De nada sirve así pensarlo
la decisión que tomas en un momento dado
es la mejor que puedes haber tomado
ya que en ese momento exacto
todo la información y medios
te mandaban hacer lo que has hecho.

En otro momento, otra decisión
otras circunstancias, otro tiempo
hasta el sol de su lugar ha cambiado
las sombras de aspecto han cambiado
incluso oscurecido...

¿Sigues pensando en “si hubiera hecho?

Mira en tus adentros
ahí, un mar inmenso
un mundo desconocido
que aún no has descubierto
confía en quien ves delante del espejo
ese bicho raro que desprecias
es el paladín de tus hazañas
el que vence las batallas
el que te tira de la mano
cuando te estás ahogando
el que te da ánimos
no le dejas caer en el desaliento.

Mímalo, es como un niño
sí, ese que olvidaste de pequeño
con un papel hacía un barco
montaba su flota, su ejército
grandes batallas, siempre con éxito
no conocía el fracaso.

Ese niño que llegaba a la playa
para él una playa desierta
los demás mil piratas
con el rastrillo como espada
el cubo como casco
el salvavidas de barco
por bandera la toalla.

Abre los ojos
mira de nuevo el espejo
dale la mano, un beso
un abrazo, ya no te abandono
volvamos a ir juntos a todos lados
perdóname por el desagravio
de tenerte abandonado
pensando que como adulto
ese niño no me habría faltado...
Nunca tan errado
perdóname de nuevo
fui un desalmado.

Toni Oliver

¡Uf, qué “caló”!

¡Uf, qué “caló”!
 
¡Uf, qué “caló”!
Mis neuronas se evaporan 
con las gotas de las glándulas sudoríficas
algo ya le pasa a mi vista
una especie neuronil formando neblina
mientras reina la ausencia de brisa.

Buscando en el hueco de mi carcasa
esa caja de hueso formada
donde, tiempo ha, nis neuronas guardaba
ya nada encuentro, se ha quedado en nada
sólo un hueco con paredes oscuras
la luz, ¿Pero había? Desaparecida.

Miro el asfalto, calle negra
subiendo sus efluvios como la niebla
se tambalean las imágenes, se deforman
como si fuera una noche de borrachera
agotando de alcohol las existencias
mezclado con la comida de las vacas, la hierba.

Mis ojos, ya sin lágrimas
las ha absorbido la sequedad
la humedad que ha quedado más calienta
el ventilador ya ni refresca
mas bien invisibles llamas 
que se reparten a la hora de la siesta.

Los vecinos en silencio, agotada la saliva
buscando la botella de vino en la nevera
vete a saber porqué, pero está vacía
el perro por los suelos se tambalea
no, no es por la botella
sólo busca el fresco que ya ni refresca.

Un ratón mira al gato, se recrea
lo mira con su risa burlona
mientras el gato no mueve ni las cejas
no sea que del esfuerzo desfallezca
del agotamiento más calor tenga
mejor que el ratón pida cita previa....

¡Uf, qué “caló”!

Toni Oliver