lunes, 15 de diciembre de 2014

Calma tu mente

Calma tu mente

Calma tu mente
antes de que tu cuerpo enferme
que lo que a el mandas
al cuerpo factura le pasa.

Si la mente en paz se halla
donde reina la calma
las internas peleas se ausentan
todo el cuerpo sana.

Olvida los rencores
borra las venganzas
no adoptes tiburones
que te coman las entrañas.

Las vivencias del día a día
una carga en tu mente cargan
bien sea una carga pesada
o esa que por mucho que haya
nada pesa ni cuesta transportarla.

Vive en paz contigo mismo
vive sin sembrar cizaña
que tu siembra es tu recolecta
tu actitud  la alimenta.

Borra ese pasado
ese que te hace daño
ese que vivir no te deja
ese que te enferma
ese que a morir en vida te condena.

Vive la vida y respeta
que cada uno es cada cual
en la de otros ni te metas
que con la tuya bastante tienes ya.

Toni Oliver

Y levantó lentamente el vuelo

Y levantó lentamente el vuelo

Y levantó lentamente el vuelo, elevándose por los aires infinitos, remontándose sobre las marinas aguas, oscuras y tenebrosas en una tormentosa noche donde los relámpagos parecían atravesar el avión de parte a parte, iluminando sus adentros como si se tratara del ardiente infierno.
En un momento, todo oscuro después del resplandor, sólo se notaban las manos sin pulso de mis acompañantes que estaban a mi lado sentados.  Cogí con tiento la mano de Juan, que , me acompañaba en este viaje, para moverla un poco para como reaccionaba, pues las palabras me eran imposible de articular, pero no hubo respuesta alguna.

Todo seguía completamente oscuro, tanto dentro como afuera, pues ni estrellas se veían, ni un respiro se escuchaba, sólo el latir de mi corazón que no daba a basto a bombear sangre a mi cerebros que no paraba de buscar explicaciones y encontrar una salida, no se notaba que el avión cayera, pero tampoco el ruido de los motores era audible.

No era capaz  de interpretar nada de nada, intenté sacar mi móvil de mi bolsillo, no lo hallé, luego recordé que ya que me estaba fallando lo había dejado en la maleta y lo había facturado con ella.

No recordaba un silencio como este donde el único sonido escuchable era mi corazón y mi respiración, empecé a notar un gélido frío y el tembleque se apoderaba de mi cuerpo donde el rechinar de dientes estaba cogiendo un impulso imparable...

Toni Oliver