domingo, 4 de agosto de 2019

Quien entiende...


Quien entiende...


Quien entiende
al agua de las lágrimas
unas de dolor, otras de pasión
otras de alegría o de risa
si no miras a los ojos
a ese rostro, sus gotas
esas que van cayendo por la mejilla...

Toni Oliver

Navegando en mi velero

Navegando en mi velero

Navegando en mi velero imaginario
todo el velamen al viento
de noche por la luna iluminado
el romper de las olas bajo el casco.

A lo lejos, casi inaudible, un canto
en la oscuridad dos puntos minúsculos
brillantes sobre las olas, bajo el cielo
nada se entiende la letra, un llanto.

Mi vista ya cansada, olfato avizor
temía caer en el engaño
olía a flor...
Mar de flores, un canto...

Entre las rosas un caballo
hermosa figura, blanco
trotaba alegre, bailando
mi velero, un escenario.

Las jarcias repletas de canarios
hermosos sus cánticos
los colibrís sobre las flores danzando
hermoso su vuelo, hipnotizando.

Sobre las blancas velas, el reflejo
el de la luna, en ellas un juego
sombras chinescas, un cuento
luciérnagas entre ellas iluminando.

De entre las flores, una sirena surgió
bella, ojos como la luna, pelo largo
sus cánticos me van enamorando
entre las olas un viejo marino enamorado.

Toni Oliver

Noche tras noche

Noche tras noche

Noche tras noche
deambulando por las calles
de bar en bar el camino
borracho como destino
buscando un amor entre copas
de barra en barra
con lágrimas y carcajadas
cabizbajo de callejón en callejón
pero del amor nada
sólo por las copas que pagas
una sonrisa falsa.

Noche tras noche
dejando mi vida en la calle
tras la lluvia hasta mi sombra
se desliza en la alcantarilla
formando parte del desecho
que uno mismo busca
sin enterarme que el amor
ese tan deseado
por el que tantas veces me he emborrachado
no estaba en otro lado
en ese espejo que tantas veces me he mirado
sin hacerme puto caso...

Tirado, como el orín del borracho
tras la lluvia nada ya ha quedado
noche tras noche
ya se te ha olvidado.

Toni Oliver