miércoles, 11 de julio de 2018

Nadie me entendía

Nadie me entendía

Nadie me entendía
mucho menos me comprendía
calcé mis sandalias
mi guitarra, mi mochila.

Hacia ninguna parte, sin rumbo
un camino poco trillado
mis pasos quedaban marcados
sobre el polvo, el barro.

Me cantaba mi guitarra
mi libreta de versos se llenaba
la luna llena brillaba
cantaban las cigarras.

Libre como el viento
me sentía en el universo
caminando con destino incierto
a veces sin alimento.

Avatares del caminante
sin destino, el sol por delante
el pasado lo dejo aparte
el futuro no está en ninguna parte.

La vida sientes, la vives
saboreas el aire
a veces ardiente
otras frío, te congela hasta la mente.

Caminando paso a paso
como música el trinar de los pájaros
los cencerros del ganado
mis propios pasos.

El ruido de las olas de fondo,
contra las rocas rompiendo
el aire con sabor salado
a lo lejos el sol se va acostando.

Bajo su roja manta
en el horizonte se aparta
la noche se acerca
parpadean las estrellas
el sueño avanza.

Toni Oliver