domingo, 26 de noviembre de 2023

Pasaron los años

Pasaron los años

Pasaron los años
se acordó de su pluma
sí, la que firmó su primer libro
le llegaron los recuerdos
esos nervios ante la presentación
los preparativos, los imprevistos
hasta de los ánimos de los amigos.

La tenía en sus manos
casi seca de tinta
miraba el tintero como aliado
como diciendo
“lleno la pluma con tu sangre
vuelvo a escribir otro libro”.

Siempre aliada
hasta en los desánimos
al acariciarte con los dedos
revisar tu carga con mimo
la limpieza de ese plumín 
que tantas veces 
los dedos me has manchado
dejando tu sello bien marcado.

Ahora, con la barba canosa
mientras la acaricio
recuerdo esos dedos manchados
testigos de mi camino
montañas, valles, lagos
por la noche el frío
fundiendo la nieve 
en ese fogón de campaña
minúsculo, que se pierde entre las manos
para hacer un caldo o un café bien calentito.

Vamos a seguir escribiendo
que de los viajes todavía queda mucho
tantos y tantos recuerdos
se quedaron en el tintero
ahora salir vocean a gritos
sonando como el eco de mis pensamientos...

Toni Oliver

En la imagen Raúl Díaz firmando su nuevo libro.



Sentí como...

Sentí como...

Sentí como fluya la energía
absorbiendo mi cuerpo
expulsándola por los dedos
hacia el infinito.

Fuego que movía mis manos
mi cuerpo incontrolado
movimientos que normalmente no hago
no, no los hacía yo, los hacía este fuego.

Hasta las lágrimas se soltaron
manantial salido de los ojos
por las mejillas bailando 
como si fuera un acantilado.

Por un momento la paz serena llegó
como su fuera el remanso de un lago
abandonando las llamas, el fuego
el amor activado.

Sentía, paz, amor
ese cariño por un desconocido
por el universo, por todo
como si fuera yo mismo.

Empecé a acariciar todo
con la ternura que se hace con un niño
hasta besos sin destino
ellos saben su camino.

Todo sentido con el cuerpo
en una bola imaginaria de cristal
caricias sin tacto, al igual que el fuego
mandado al aire con destino cierto, si bien ignoto.

La cara de felicidad
brillo en los ojos
lágrimas cambiando el fuego
fuego que forjó de felicidad mi rostro.

Toni Oliver