Vi tu rostro en un caleidoscopio
moviéndolo despacio
cambiante en cada momento
mil colores, estados de ánimo
desde lo más bellos en tus momentos álgidos
o los más tristes en los más malos.
Seguí jugando
divirtiéndome como un niño chico
dándole vueltas a este mágico disco
apuntando con él hacia el sol
ahí donde se consigue más luz y brillo
así como el radiar de tus ojos.
Pasó el tiempo
mis pies en el mar se estaban mojando
suave masaje calmando el calor
en esos días tórridos
donde la brisa se adora más que el oro
y sigo mirando tu rostro en este viejo caleidoscopio.
Desapareció el tiempo
el sol jugando con sus juegos de fuego
mientras miro tu cambiante rostro
repletos de colores vivos
mis ojos hipnotizando
hasta dejarme en el olvido.
Como una espiral sin fin, o con
dando vueltas hacia el infinito
acabando en el manicomio
totalmente aislado en el manicomio
en un mini salón totalmente acolchado
donde se apaga hasta mi voz, mis chillidos...
Toni Oliver
Pintura de Aramis Carrera