martes, 3 de octubre de 2017

Me sentía morir

Me sentía morir

Me sentía morir
sentía como sus dedos
como cuerdas infinitas
ataban mi corazón
mi mente, mi subconsciente.

Mi cuerpo colgaba en el aire
le seguía mi corazón
mi mente como una paloma.

Como en un columpio
sus dedos me columpiaban
cada roce son mi piel
como cuerdas apretaban.

Divaga mi mente
por los cielos infinitos
pasando por los salvajes infiernos
el de los sentires nunca sentidos.

Toni Oliver

No me hace falta el reloj

No me hace falta el reloj

No me hace falta el reloj
el tiempo ya no cuenta
se perdió en la cuneta
la de las carreras sin rumbo
las de la carretera a ninguna parte
las del universo pendiente
queriéndolo vivir antes.

Ya no cuenta el tiempo
sólo el paso de mis andares
sentir la tierra por donde paso
el perfume que se respira
al cambiar de paso.

Flores, tierra mojada
el rocío de la madrugada
el amanecer al alba
el ocaso del sol
pintado como un Picaso
cambiante por momentos
inciertos sus cambios
juntándose con el mar,
el sol, las montañas
el desierto o sobre la playa.

No corre el tiempo
simplemente se vive
se siento en cada momento
cada paso un instante
el camino un concierto.

Toni Oliver

Cae la lluvia

Cae la lluvia

Cae la lluvia
huele a tierra mojada
se empapan las hojas
las de los árboles
las de las flores rotas
por el odio
de quien nadie le importa.

Volverán a nacer
esas flores de nueva semilla
fuertes y bellas
radiantes ante el sol que las seca.

El verde recorrerá los prados
creciendo, subiendo hacia los cielos
convirtiéndose en trigo dorado
oro en medio del campo
calmando las penas del cuerpo cansado.

Cae la lluvia
golpea con fuerza los cristales
pidiendo clemencia
para que abandones los desmanes.

Brilla el sol en todo lo alto
revive de los suelos lo sembrado
quien sembrare cizaña,
odio habrá recolectado
quien buena semilla
el oro estará de su lado
llenando su despensa y el estómago.

Cae la lluvia
huele a tierra mojada
se llenan los pulmones de esperanza
otros lloran, pues no la aman.

Toni Oliver