lunes, 15 de enero de 2018

...Y me sentí pájaro

...Y me sentí pájaro

...Y me sentí pájaro
volé, volé, volé
libre por todos lares
sin fronteras
más allén de los mares
sin gobiernos
ni sus juegos malabares.

En doquier bienvenido
no importaba
el color de mi plumaje
ni mis ojos, ni mi cara
ni el pico con que me alimentare.

En doquier, alimento y agua
sin dueño, para quien la tomare.
¡Qué hermosos los árboles!
Altos y frondosos
hermosas atalayas
donde divisar el horizonte.

...Y me sentí pájaro
me olvidé que era humano
pero seguía volando
sin fronteras ni gobierno
ni sus juegos malabares.

Sin ley ni abogados
ni jueces por alguien pagados
ni perros del hortelano
porra en mano.

Volé, volé, volé
en doquier
al son de mis pensamientos
con rumbo a ningún lado
visitando este universo
eso que tan bello se nos ha dado
sin dueños, ni soldados
ni la sangre que los suelos va regando
ni los ríos alimentando.

Volé, volé, volé.

Toni Oliver

Un brindis

Un brindis

Un brindis por la vida
por la que vivo cada día
a pesar de los pesares, de las injusticias
de los malos gobernantes, sus fechorías.

Un brindis por cada segundo
que me ayuda a dar cada paso
así poco a poco ir avanzando
aunque haya baches y barro.

Un brindis por el sol y la lluvia
uno me calienta, el otro me alimenta
ambos forman mi existencia
de tempestades y calmas.

Un brindis por las charlas
esas que haces en cada parada
conoces gente nueva
todas enriquecen el alma.

Un brindis para mi corazón
que a veces se acelera sin razón
aparente, a veces arde de amor
erizando todo el vello con temblor.

Un brindis por mis mudas palabras
que podrían romper hasta el alma
que escucha y no está preparada
para escuchar mi verdad desalmada.

Un brindis por el universo
que me deja expresar hasta en verso
pudiendo hablar de un mundo inconexo
en un mundo donde nada es vedad ni cierto.

Toni Oliver