martes, 2 de junio de 2020

Y después del vuelo

Y después del vuelo

Y después del vuelo
aterrizaste en el suelo
buscando un poco de aire
para grabar el recuerdo.

En tu mente
mundo de infinitos
contradicciones y delirios
entre el quiero y el no quiero
sentir lo que quiero
o imagino lo que  siento.

Presa de tus pensares
tus sentires y vivires
afortunada entre miles
envidia de los incomprendibles.

Ya en vuelo rasante
sueños a miles
realidades inexplicables
sólo son sentibles. 

Sensibilidad a flor de piel
el roce de una caricia
una mirada, una sonrisa
complicidad a la vista.

Dicen que atan las cuerdas
más ata tu mente
cuando te entregas
sin condición aparente.

He ahí los sentires
aparecidos de los más hondos confines
si existencia ignota
hasta que afloran sin pedir cita.

Toni Oliver

El Licenciado

El Licenciado

Licenciado en letras por la Universidad de Salamanca, experto en juergas y vagancias, muy hábil con sus palabras, embaucador donde los haya, también romántico en un mundo de hambre y armas.

Iba de pueblo en pueblo, presente en mercados y fiestas, con su silla de tijera y mesa con sus plegables patas. Sobre ella un tintero, pluma de gallo, robada en algún gallinero en alguna de sus andanzas, papel blanco y secante para evitar las manchas.

En un rincón de la plaza, cerca de la iglesia, si el cura no le mandaba la guardia, pues no le gustaba que la gente escribiera y mucho menos que pensara y mucho menos el Licenciado con su mala fama.

Ahí leía las cartas de los hijos a sus mamás o papás, también les contestaba la carta, con eso conseguía algo de plata con la que pagar sus deudas al tabernero de la plaza.

Un día, un joven mozuelo, que de letras no sabía, pero que enamorado estaba de una linda moza, bella como la luna llena o el lucero del alba.

Le pedía al Licenciado, un poema para su amada para conquistarla, pues poco caso le hacía cuando le hablaba.

El licenciado, esta vez, al ver su desesperanza, le contestaba que no podía hacer un poema para una moza que no conoce ni siente nada, el joven mozuelo desesperaba, no entendía lo que le explicaba, hasta que le dijo: Dime lo que sientes por tu amada, así yo lo escribo para que lo lea con calma, pero ponle todo tu sentir, lo que le quieres decir y eso que por ella sientes que expresarte no sabes, dímelo a mi, que ya lo ordeno y te hago el poema.

Entre lágrimas el joven mozuelo, poco a poco le fue diciendo cada sentimiento a lo que el Licenciado dándole forma, escribió un bello poema, con el sentir del muchacho hacia la bella dama.
Al otro día, ya de madrugada, en la panadería, donde iba todas las mañanas a por el pan para  la casa, en la puerta la esperaba, entregándole el poema a su amada.

Ahora a esperar tocaba, pues leer no sabía, el Licenciado la esperaba, si bien no la conocía. Ella le  entregó la nota con el poema, el Licenciado, con toda la expresión teatral se lo recitaba, en su expresión el sentir que el muchacho expresaba...

Con lágrimas se fue la moza, no de pena, sino de alegría, en busca del mozuelo que tan bien escribía.

El final lo dejo para que sus mentes lo elijan, muchas cosas pasan en los pueblos, para que yo lo decida.

Toni Oliver

Y de qué nos sirvieron las armas

Y de qué nos sirvieron las armas

Y de qué nos sirvieron las armas
cañones, misiles y lanzas
ni tan siquiera las palabras
esas estaban ensangrentadas
de odio germinadas
utilizadas como balas
no contra el "bicho"
sino contra las almas
las de los difuntos
sin rezos, con patrañas
contra los vivos
blandiendo como espada
el odio y la rabia
importando un pimiento
el sufrir del pueblo
mientras se saca rédito
hasta de los fantasmas
esos que en un pasado
sí utilizaron las armas
contra un pueblo
que la paz buscaba.

Toni Oliver

Quedé atrapado

Quedé atrapado

Quedé atrapado
en las pupilas de tus ojos
hechizado por ese misterio
escondido tan adentro.

Quedé preso
de ti y mis pensamientos
ese mundo inquieto
que busco y no encuentro.

Vi en mi mente hierro
lo convertí en el mejor acero
barrotes inmensos
la llave tiré del candado.

Paso a paso en este encierro
explorador de esos secretos
parajes inconexos
mundos incomprendidos...

Pensé en algún momento 
gritar buscando refuerzos
chillidos vanos en un desierto
cuanto más escavas más secretos.

Brilla la luz por momentos
por otros va desapareciendo
luz de gas voy encontrando
frío y fuego.

Pasión y descontento
alegría en algún intento
un mundo nuevo
explorar es intenso.

Quedé atrapado
entre ese hipnótico
brillo en tus ojos
con fuerza mi corazón latiendo...

Toni Oliver