lunes, 16 de noviembre de 2020

Cierras los ojos

Cierras los ojos

Cierras los ojos
te dejas llevar por los dedos
la piel van acariciando
mientras se va erizando
te van inmovilizando
como de las cuerdas su abrazo.

Te cuesta el respirar
esos dedos oprimen tu pecho
tus brazos tu cuello
tu cuerpo calmado
trasmutado en pensamiento 
vuelas a un mundo incierto
sientes la paz por un momento
deseas que sea eterno.

Cerca, su aliento
te observa, vas sintiendo
sigues en tu vuelo
sus dedos te van estremeciendo. 

No quieres abrir los ojos
aunque te duela todo el cuerpo
ausente el dolor, ignorado
paz vas respirando
una ligera briza te va acariciando
sabes que pronto se habrá acabado
no quieres perder ni un segundo
sólo quieres seguir ese sueño dorado.

De nuevo, esos dedos te van acariciando
poco a poco te vas soltando
la presión te va abandonado
vas aterrizando
tu alfombra voladora ya en el suelo
tu cuerpo va despertando
sin prisas, calmado...

Toni Oliver

Le llamaban

Le llamaban

Le llamaban gata de ciudad
por accidente se perdió por el monte
mundo nuevo que no entendía
todo nuevo, con barro cuando llovía.

Vino la tormenta
rayos, truenos y centellas
maullaba entre la maleza
acurrucada bajo las hojas tiesas.

Tras la tormenta
salió el sol, una vez seca
se convirtió en lince, orejas tiesas
agilidad y fiereza.

Silente, pasos ligeros y firmes
se mueve entre la maleza
avizora entre fieras
de reojo la miran esas.

Ya no teme a la lluvia
la adora, la disfruta 
caen cuatro gotas
sale bailando bajo ellas.

Cuenta la leyenda
que se le ve en las noches de luna llena
cual loba enamorada de ella
maullando como si lo fuera.

Para el resto, sólo ven sus huellas
al amanecer tras la tormenta
o entre el rocío en la hierba fresca
algunos dicen ver su sombra en las noches de luna.

Nade sabe a ciencia cierta
si es cierto o leyenda
sólo que se le escucha 
maullar a la luna cuando está tan bella.

Toni Oliver