jueves, 17 de agosto de 2023

Desde las entrañas del verde

Desde las entrañas del verde

Desde las entrañas del verde
quizás debería llamarlo cielo
esté se tornó color de la hierba
rayos de sol formando agujeros
iluminando la cuarteada tierra
convertida en un mundo de sueños
dibujados a mano alzada
como lo haría un niño
ninguna línea recta
sólo curvas imperfectas
en un mar de olvidos.

Mar que como la tierra
herida hasta el alma
cuartea sus penas
como lo haría la tierra con su sequía
creados por almas desalmadas
jugando a ser dioses
buscando su inmortalidad
mientras matan la tierra
en cada respirar que todo lo contamina
pensando que su aire nunca se acaba
el poder de don Dinero
robado con su avaricia.

Prefieren ver la agonía
antes que aguantar la alegría
de quien con poco le basta
pero algo si necesita 
por eso lo dejan sin nada
quieren ver sus lágrimas
su sumisión de rodillas
mientras ruega por lo que más le hace falta
su paz en la vida
el pan de cada mañana
no ser esclavo de las mentiras.

El cielo se torna verde
su cúpula en la de una cueva
el suelo en grietas
de sedienta tierra
convertidos algunos
en amos de todo
nada queda libre
su avaricia lo corrompe todo
los valores en el olvido.

Toni Oliver

Pintura de José Aladid Cochón



Esperando al tren

Esperando el tren

Esperando el tren
tiempo ha tenía que haber llegado
impaciente como un niño
ver asomar el humo
ese tan peculiar, a lo lejos
acercándose con su sonido
ese tric trac tric trac metálico
silbando su peculiar trino.

Pero no, la vía está vacía
abandonada en el tiempo
sin vida, sólo travesaños y hierro
tiempo ha, también, cerró la estación
ahora tan solo, un edificio de sueños
vacío de contenido
lleno de esos sueños imaginarios
esos nervios para que perderlo...

Ahora añora uno el recuerdo
de esas vivencias, ese mundo
que subías a un camino incierto
rumbo a lo desconocido
grandes charlas con esos
a veces convertidos en amigos
otras en simples compañeros
que te ayudaron a pasar el camino.

Sigue uno recordando
al entrar en un túnel ese cambio de sonido
o ese misterio al tirar una botella al vacío
que al suelo no caía hasta salir de lo oscuro
donde se escuchaba el estallido
en algún lado rompiendo
esos palos de telégrafo
que pasaban como rayos.

No eran rápidos
eran extremadamente lentos
pero era otro mundo
no como esos modernos
donde no te mueves del asiento
ni tan siquiera hablas con el de al lado
son un mundo de extraños
viajando en una lata de acero.

Toni Oliver