jueves, 27 de julio de 2023

Se ha puesto colorado

Se ha puesto el pulpo

Se ha puesto el pulpo
de mil formas “Colorao”
su tinta de negro con el enfado
pensando que iba a pescarlo.

Con esa carita, que guapo
mira como la cara se está tapando
no le bastan las manos
las ventosas se le han pegado.

Mira como nada
ene se mar de margaritas raras
cuanta sorpresa en esas algas...
¿Serán mágicas?

Se mecen al son de la marea
bailando el vals del mar 
esa profundidades oscuras
que tanto cuesta investigar.

El pulpo se ha puesto a danzar
con sus brazos se hace una maraña
con la destreza de una bailarina 
las deshace al ritmo de las algas.

Pensaba hacerlo “a feira”
pero él me hizo la fiesta
con ese viaje a la danza
pulpo, algas, mar.

Yo embobado, con una sonrisa
mirando la fiesta sorpresa
nada esperaba, todo ganancia
me falta medicación, me voy al psiquiatra.

Toni Oliver

Pintura de Asunción González y Franck Sastre



Estaba hambriento

Estaba hambriento

Estaba hambriento
a pescar me fui
un hermoso pescado azul me hallé
ante mis ojos, su sonrisa
en un mar azul.

Nos cruzamos la mirada
le sonreí y no se fue
me miraba a mi
como si fuera un espejo
me hablo y me dijo tú.

Perplejo, con cara de esperpento
alocado mi cerebro
un pez que habla, estoy loco
también si sólo lo escucho
ya me veo en el manicomio.

Me seguía sonriendo
me llevo a su jardín de algas
de todos los colores
corales de mil formas
plancton de mil sabores.

Me dio a probar
como hacerle despecho
a tanta amabilidad
en el Reino de Neptuno
amigo en mis sueños.

Mis pulmones extrañados
que hacemos aquí abajo respirando
si llevamos mucho tiempo sumergidos
o estamos muertos
o eso es muy extraño...

Toni Oliver

Pintura de Jaime Gost



Zozobró la barca

Zozobró la barca

Zozobró la barca
una vida de ilusiones en ella cargada
rompiéndose contra los escollos de la sociedad humana
la ambición, la avaricia
el odio en la sangre de la cicuta
promovido de ignorancia.

El cielo azul, como el mismo mar 
el de la muerte, el placer, el de navegar
el que otros mundo nos acerca
también, por desgracia, nos aleja
miramos los deshechos de vidas humanas
ya no la vemos, giramos la mirada.

Hablamos de amor, sembramos hipocresía
hablamos de paz, montamos guerras
hablamos de dar de comer, les robamos sus tierras
hablamos de ayudar, cuando queremos decir saquear
hablamos de que queremos sus manos, todo de ellas aprovechar
hablamos de que todos somos iguales, queremos decir, marginar.

Luego volvemos a mirar al mar 
cuerpos que no se va a hallar
sigue siendo azul, bello de mirar
allá en el fondo, ilusiones tras el verbo engañar
sin tumba, a los peces hay que alimentar
que eran humanos,que nos importa ya...

Toni Oliver

Pintura de José Aladid



Sobre el piano

Sobre el piano

Sobre el piano
otro modo de hacer el amor
aunque se queje el vecindario
de las notas de la pasión.

Son las horas del sueño
pero también de desvelo
cuando te entra la pasión con un te quiero
mientras buscas la inspiración.

Ella de espaldas al teclado
yo en el absurdo sillón
siempre inadecuado
pero sirve para la ocasión.

Empieza el precalentamiento
más bien diría echando leña al fuego
hasta que suenan las teclas sin remisión
empieza el festejo.

Sinfonía nocturna ardiendo
iluminando la oscuridad de ojos ciegos
chillidos de cabreo de los vecinos.
¿Quién entiende esto?

No entienden la fiesta en lo oscuro
pero saben que el es músico
hacia su ventana los gritos
ellos, sin parar su pasión.

Música de locos
Beethoven no la conoció
o sí, tal ves, quien sabe, no la publicó
se la guardó para él, para la ocasión.

Como Ludweig se desmelenó
su melena, la de ella, todo ocurrió
suerte que grabadora no tuvo
hoy sería nuestra perdición.

Con su festejo siguieron
la gente enloqueció
a la policía llamó
fuerte golpe en la puerta sonó.

Policía gritó
con voz de cabreo
no hagan más ruido
se despertó la población.

Cuanta pena la del músico
siempre con su música incomprendido 
algún desalmado a la policía llamó
no le importó mi pasión.

Ni la de la musa que me inspiró
a ella porque  no la vieron
apasionada como el fuego
las chispas de los troncos mientras va ardiendo.

Ni la cara de felicidad que puso
al romper el aburrimiento
las costumbres del pueblo hambriento
que nunca la valla de lo prohibido saltó.

A la puerta fue el músico
con los calzoncillos en la mano
otras cosas que no se quitó
el policía con los ojos abiertos quedó.

Toni Oliver