domingo, 12 de junio de 2022

Bajo el reloj de la torre

Bajo el reloj de la torre

bajo el reloj de la torre
oscura la húmeda noche
farolas lúgubles
insistentemente parpadeantes.

La lluvia cayendo como meteoritos
las gotas rebotaban de nuevo
al chocar con el suelo
subiendo al infinito.

Dos cuerpos, cortos de ropa
mojados hasta el alma
las agujas del reloj no marcan nada
mudas sus campanas.

El paraguas inútil
bajo un viento febril
en ese mes de abril
donde las aguas son mil.

La pasión con su ímpetu
bajo el agua como en Iguazú
en celo como los cebús 
del reloj canta el cucú.

Bailando a lo loco
como en el paraíso las aves
sin ser los Elíseos en París
hasta el agotamiento la marcha.

Parecíamos dos emús.

Toni Oliver

Cuando vas en manada

Cuando vas en manada

Cuando vas en manada
con la mente formateada
siguiendo los pasos que te marcan
en el pesebre la comida
en la otra pica el agua
la comodidad de no pensar en nada
sólo hacer lo que te mandan.

¿Tiene sentido esa vida?
Lo de vida es por poner una palabra
la vida es saltar la valla
caminar por esa tierra inexplorada
otro mundo nuevo que se halla
pero gratis no hay nada
cuesta el hambre y buscarte la comida
buscar también el agua
acostumbrarte a pensar
olvidar esa manada.

Curioso, cuando te sientas
en cualquier lado en la misma nada
sientes como vibra la vida
sin verla en una pantalla
sientes como la piel respira 
el perfume que acompaña
ese aire que respiras
sin pedir permiso a quien manda
hasta lo que comes y hallas
en cualquier lugar por donde andas
sabe, huele, te alimentas hasta el alma
no como esa alfalfa sintética
que se le da a la manada.

Cuando una puesta de sol miras
o un amanecer al alba
agradeces esa existencia
sintiendo la vida no reglada
a costa de esa comodidad abandonada
que te ha costado hasta llagas
el sol y el mar las curan
se agradece hasta la lluvia
hasta el calor tras esa tormenta
esa nieve, su belleza
el simple respirar con todas tus fuerzas
el conseguir toda esa calma.

Toni Oliver