lunes, 28 de noviembre de 2016

Y llegó él

Y llegó él

Y llegó él,
sin saber de donde ni quien es,
navaja en mano
su afilado acero
recorriendo la mejilla
bajando por por mi cuello
siguiendo su camino
hacia llegar a los senos
entretúvose, el muy salvaje
con los pezones regodeándose.
tembloroso mi cuerpo
mi vello erizado
como puerco espín enfadado.

Él con su afilada navaja
seguía con mi cuerpo jugando
mis adentros bullendo
como fiera salvaje
si nada de tela cubriendo mi cuerpo
efluvios por todos lados saliendo.

Apretando cada vez más la cuerda
que me ata a su destino
encogiendo por la lluvia
desespero, desespero,
por fuera todo hielo
yo lo estoy fundiendo...

Toni Oliver

Seguiré sembrando mis palabras

Seguiré sembrando mis palabras

Seguiré sembrando mis palabras
hasta en el desierto
a falta de fértil tierra
donde expresar mi sentimientos.

Seguiré sembrando historias y versos
en esa tierra
donde quizás no recoja
el fruto de mis siembras
pero quedarán para el que detrás venga
para que alimentarse el alma pueda
recoger fuerzas y seguir andando
en esa tierra seca de difícil subsistencia
donde más valor tiene una bala en la cabeza
que un beso con todo su sentimiento.

Y seguiré, a pesar de los pesares,
con mi siembra alocada
que sin locos la vida no es nada
una vida cuerda te hunde en la miseria
donde los sentires brillan por su ausencia
estando muerto en la vida sin vivir nada.

Toni Oliver

Desde la lejanía

Desde la lejanía


Desde la lejanía
te mandaré un beso
mi beso
para que lo recojas al vuelo
y lo instales en tu mente
así lo tendrás presente
en todo lugar y momento
en los duros tiempos
también en los buenos
y cuando del beso ya ni te acuerdes
te recorrerá tu cuerpo y tu mente
con un enorme cosquilleo
sin motivo aparente.

Toni Oliver