lunes, 22 de enero de 2018

Triste se acuesta

Triste se acuesta

Triste se acuesta
la mujer del marinero
sabe que se va
pero no sabe si volverá.

De madrugada es pera su vuelta
mira por la ventana
si hay niebla o tormenta
hasta que por la puerta no entra
tranquilidad no le queda.

Besa a su marino
mientras se acuesta
sabiendo que al atardecer
se repite la tristeza.


Toni Oliver

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche, 22/01/2018

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche, 22/01/2018

Con el pasar de los años se llega a un punto en que la mente va por un lado y el cuerpo por otro, una quiere correr y saltar, etc. el otro... Huy el otro, sólo sabe que tiene que ir despacito y lo de saltar... Mejor olvidarlo que si no uno se rompe y luego tenemos poco apaño.

Cuesta encontrar el equilibrio, pero cuando lo encuentras... Uf, pueden pasar dos cosas, te encuentras a gusto contigo mismo y sientes felicidad por ese equilibrio o... Echas de menos a esa mente loca en disonancia con el cuerpo, te mantenía vivo y ahora te sientes muerto.

Toni Oliver

Esas vocecitas

Esas vocecitas

Esas vocecitas
que en tu cerebro suenan
te recuerdan, te machacan
incansables, no cesan
tu quieres andar
no te dejan.

Pero si te machacan con cosas raras
que tu mente a comprender no alcanza
un cerebro pensante, voces un par
a ninguna entiendo, me hace pensar
que quieren esas voces, me destrozarán.

Una me dice, tienes que amar
la otra no cesa, tienes que matar.

Una, tienes que cuidar
otra, tienes que destrozar
de nada te servirá como está.

No entiendo, como mi cerebro se puede desdoblar
por un lado tengo que amar, por otro tengo que matar
a quien caso le hago, no lo puedo descifrar
estalla mi mente, no la puedo controlar.

Mis manos vacías
mi mente a reventar
derecha, izquierda
adelante, atrás
paralizado me voy a quedar
no se quien va a ganar
sólo intento avanzar.

Toni Oliver

Si te contara la historia de un lápiz

Si te contara la historia de un lápiz

Si te contara la historia de un lápiz...

Érase una vez que se era
una niña pequeña
un padre y un cabrón (literal).

Mandó el padre a la niña
al vecino que cabras tenía
ellas y él el amor hcían
ella nada entendía.

Pregúntole el padre a su vuelta
como ha ido la fiesta.

Contéstele la niña
inocente como lo que era
sacó el cabrón un lápiz
en su trasero se puso a escribir
mas no alcancé a saber que escribió
pues de leer todavía no entiendo yo.

Nada más pregunto el padre
ya esa respuesta le bastó.


Toni Oliver