martes, 2 de agosto de 2022

Una mesa, una botella

Una mesa, una botella

Una mesa, una botella
un cuerpo descarnado por las andanzas
el vaso vacío por falta de pasta
mis penas solas ya divagan
de fondo, de un viejo piano, las notas
suenan cada vez más cansadas
miro al pianista
por un instante cara a cara
a mi espejo me recuerda
con esas ojeras trasnochadas
esos dedos, ya sin fuerza
para aporrear esas teclas
que cada nota que sacan
sale destrozada, desafinada.

Ahí sigue la botella
a un lado de la mesa
vacía, con mis penas ahogadas
en el rancio aire que pulula 
entre las luces rojas
cansinas, agotadas
parejas bailando agarradas
monótono baile danzan
si se sueltan se desploman
mientras, a falta de cama
las manos se escapan
entre las curvas y las faldas
rozando el cuerpo, como perro que marca
esa propiedad jamás alcanzada.

Esos vasos, llenos de huellas
mías no son, piel no me queda
desconocidas en esa noche de juerga
entre penas inventadas
de amores que quería
nada fueron, se quedaron en nada
relamiéndome las babas
de esa botella vacía
por si algo queda
aunque sea una gota perdida.

Toni Oliver

Te miro

Te miro

Te miro
con esos ojos con que la miro la luna
obnubilados por esa gran belleza
donde esa luz que reflejas
me ciega, me ciega, me ciega.

Te miro
inalcanzable como la luna
quisiera abrazarte
cuanto más estiro los brazos
más te alejas hacia ninguna parte.

Me acerco por si te alcanzo
desapareces de entre mis manos
como la fina arena de la playa
que al cogerla de ellas se escapa.

Al caer la noche
como cuando la luna sale
te miro de nuevo
a veces con desamparo.

Luego recuerdo
que no te tengo en mis manos
pero si en mi cerebro
cada rincón, cada curva, hasta las arrugas...

Otros le llaman patas de gallo
olvidando que esas arrugas del rostro
son las líneas de la historia
de las sonrisas y carcajadas.

El sentir de toda esa vida
a veces bien llevada
otras arrastrada 
hasta volver a andar como si nada...

Toni Oliver

Sobre los pies

Sobre los pies

Sobre los pies
las rayas blancas
sobre marrón bronceado
de las sandalias desgastadas.

Ahora, los pies descalzos
sobre las ardientes arenas
saltando como las lagartijas
incandescente el suelo blanco.

Se recuerda el hastío
de lo robado por el avaro
ese que con todo se va quedando
se le va pudriendo en las cajas doradas.

Poco le importan esas bocas resecas
abiertas para alimentarse de viento
cocido entre el sudor y el polvo
de lágrimas adobado.

Ya la lagartija no salta
le cortaron las patitas
para llevarse el diezmo
al encontrar la despensa como tierra quemada.

Se le ve, bajo el sol 
con el cuerpo ya reseco
esa alma con cara de pena
al tiempo vuela hacia la libertad soñada.

Esa negada, hasta la de respirar 
inventaron el repirómetro
sin parte física aparente
te cobran respires o no lo hagas.

Mientras caminan los esqueletos
esas arcas doradas revientan por su peso
buscando que algo indigesto
devuelva el contenido a sus dueños.

Toni Oliver

Carcamales ilustrados

Carcamales ilustrados

Carcamales ilustrados
con las mejores letras formados
repetidores de palabras vanas
cerebros no usados.

Por los púlpitos van predicando
por el pueblo pagados o robados
bajo las mentiras del predicado
provocando miedo infundado.

Si abren la boca la van cagando
siguen en esos tiempos de esclavos
se acuerdan de los látigos
anhelan usarlos.

Carcamales en su disfraz enfundados
creyéndose ser los dioses que van predicando
olvidando a esos últimos
sólo piensan en su poder concentrado.

Poder que se les escapa de las manos
al ir el pueblo los ojos abriendo
tantos siglos tapados
ahora las mentiras van viendo.

Desde sus entrañas van resistiendo
como ese poder se les va volatizando
nada van entendiendo
con lo bien que se vive engañando.

Toni Oliver

Tras el vuelo

Tras el vuelo

Tras el vuelo
aséntose el cuerpo
calmo el interior
la mente, nebulosa sin control 
jugando con los sentimientos
en una gran maraña convertidos
donde pensaba tener un ovillo.

Gana el tiempo
para prisas no adecuado
si hablamos de sentimientos
hay que tenerlos bien reposados
para convertir esa maraña en ovillo
para mucho mejor entenderlos
en este mundo que nos enseñan a ocultarlos.

A veces nos roban su espacio
por asfixia aniquilándolos
un día, sin buscarlos
consigues recuperarlos
luchando contra tus mil y un diablos
en tus entrañas se siguen pelando
como callejeros gatos.

Toni Oliver