viernes, 24 de noviembre de 2023

Ambos, cara a cara

Ambos, cara a cara

Ambos, cara a cara
silentes mirándonos a los ojos
los labios ansiosos
temblorosos, indecisos
rabiosas ganas de juntarlos
hasta que de un arrebato
la pasión pudo el antojo
juntándose con toda la furia y pasión
como si jamás hubieran besado.

Se anudaron los brazos
a las espaldas con presión incontenida
pecho contra pecho
ardiendo como el fuego
de nuestro interior salido
se cierran los ojos
dejando que trabaje el tacto
el sentir de la piel sobre la piel
las caricias de la pasión.

Aumentan los latidos del corazón
sonando desesperados
al tiempo que calmos e ilusionados
la sangre calentando
como una olla a presión
hasta que reviente por algún lado
como la lava de un volcán en erupción
cayendo por las laderas el sudor
con su sabor salado.

La latente calma por un momento
momentos para caldear esa caldera
que reviente de nuevo
esa pasión sin reverso
fuego, fuego, fuego
por los dedos, por el cuerpo, los ojos
de la mente ni hablamos
que la caldera sigue alimentando
para que el fuego sea eterno...

Toni Oliver



El reloj perfecto

El reloj perfecto

Vi un reloj en una muñeca
sin agujas, cristal opaco
por los avatares rayado
perdiendo la esencia del engaño.

Apagó su palpitar
al enterarse de que era una farsa
lo de marcar un tiempo inexistente 
inventado para controlar al humano.

Se puso oscuro por fuera
por dentro su alma cobró vida
dejó de ser frío y calculador
trabajando sus sentimientos.

Ahora en silencio
marca el palpitar de su corazón
no el de su vida metálica
ese invisible, tras su oscura pantalla.

Silente cobró su vida
ahora de un modo diferente 
lejos de ser las miradas
de la gente impaciente.

Como un ermitaño
con su ermita de cajón
días, meses, años en el olvido
esos de ser ya no tienen razón.

Vive descifrando misterios 
de la oscuridad del infinito
ya no tiene dolor
pero si siento algo desconocido.

Siente que antes muy querido
la atención de todos los ojos
ahora en el ostracismo
olvidado por todos.

Meditativo en la oscuridad encontró la luz.

Toni Oliver