jueves, 22 de septiembre de 2016

Sin voz me quedé

Sin voz me quedé

Sin voz me quedé
de tanto gritar al viento
sacando de mis adentros
mis malos pensares
los dolores incrustados
todos, de hace ya mucho tiempo.

Desde las arenas del desierto
de las nieves altas como techo
el verde follaje de los bosques
hasta los más hondo del pensamiento.

Desgañitado de tanto gritar
afónico, ya sin poder chillar
mudo en un rincón del universo
viendo lo vano de mis esfuerzos.

Ante mis ojos el paso
del ser humano esclavo
de otros humanos malvados
avaros y desalmados.

Ya no lucha, adaptado
cabizbajo, viviendo maltratado
humillado, por no haber luchado
hundido, por el resto abandonado.

Adorando a quien le maltrata
alimentándolo con su sangre
quitándole el pan a sus niños
para que engorde y los mate.

La sinrazón del mundo se ha apoderado
el sin sentido la guerra ha ganado
la parte humana de la humanidad
aniquilada con toda maldad.

Quisiera seguir chillando
las palabras de mi garganta ya no salen
las escribo por si a alguien leer le place
este mundo está acabado...

O no...

Quizás de la nada renazca
libre la gente de mente y cuerpo
sin cadenas de mente y acero
ni la espada pendiente de su cuello.

Quien sabe si alguna de mis palabras
queda en el viento
llegando a los corazones
de esos humanos que siguen viviendo
rebelándose al infierno.

Toni Oliver