viernes, 16 de septiembre de 2022

Hemos entrado

Hemos entrado

Hemos entrado
en un estado sigiloso 
donde las verdades se acallan
para que reinen las mentiras
que a fuerza repetitiva
“verdades tornarán”
hundiendo a quien levante la voz
exclamando la verdad
cual criminal malvado
o asesino más feroz.

La verdad ya no suena
los grandes altavoces la acallan
contando lo que se inventan
en el baile de esa gran farsa...

Y el pueblo...
¿Qué fue de esa juventud revolucionaria?
Ahora ya con los cuerpos caducos
mirando a los retoños sin mover ni un dedo
viendo un porvenir inexistente 
un presente indecente
con el culo pegado a la butaca
que mejor levanta la cerveza
mojando el gaznate
que levantando ese guerrero
en pos de una vida decente
de salvar esos derechos
desaparecidos al desamparo
de la dejadez permanente.

Esos cuerpos ya caducos
que los palos se llevaron
ya sin fuerzas, ojos ojipláticos
intentando levantar la mano
pidiendo auxilio
al ver como todo lo luchado
se va desmoronando.

Toni Oliver

Cuanto me alegro

Cuanto me alegro

Cuanto me alegro
el ya no ser camarero.
¡Joder! Hay que ver que locura
mil formas, mil detalles
si somos varios los que pedimos
ninguno igual, ni por error
o lo apunta todo
o cuando llega a la barra todo lo ha olvidado
y ya no digamos
de esas cervezas que ya mil marcas hemos juntado
ya parece un gran supermercado
eso sí, las neveras no han cambiado
si un par la misma marca te han pedido
hay que rellenar lo sacado, se ha agotado.

De moda se ha puesto el Sinpa
ya sale el camarero corriendo
los cinco mil metros obstáculos
para alcanzar a esos del impago
sí, iba a poner otro nombre, me he autocensurado
no sea que llegue la inquisición
que por ahí va rondando
con esa piel tan fina que parece de parafina
que con sólo el rozar del aire de los labios
llaman a la policía, al ejército, a todos los soldados
hay que encender la hoguera por puro escarmiento
más bien para contentar a los sádicos.

Cuanto me alegro 
de no ser ya camarero...

Toni Oliver