De la nada
De la nada
salió un bichejo invisible a la mirada
el mundo estaba en calma
nadie lo esperaba.
Se esperaban, mas bien bombas
explosivas, escandalosas
segadoras de vidas
derribando las fronteras.
Nos equivocamos, no era casi nada
pero segó vidas como una guadaña
atravesó todas las fronteras
sin derribar ni una sola piedra.
En mis manos, ya la primavera
se van las personas queridas
en el jardín las rosas rojas
por las paredes las enredaderas.
Creíamos que el amor renacería
entre hermanos y personas
que ganaría la solidaridad
al final ganó la vanidad.
En todo el mundo, a la par
a la mujer se nombra
le llegan las alabanzas
por su lucha encarnizada.
Recordemos, como madre es la fiera
que con todo el amor defiende las crías
no tolerará injerencias
por mucho que las leyes digan.
Ellas, son de la humanidad
las artífices de la realidad
las madres de las crías
también de la ciencia.
En los trasteros, a veces, olvidadas
pero por todos, amadas y deseadas
nos enseñan su valía
su timidez, amor y valentía.
Toni Oliver
