miércoles, 1 de octubre de 2025

Halloween

Halloween 

Todo el mundo disfrazado por la calle, la imaginación al poder, disfraz siempre diferente, no sea que uno se encuentre con otro igual, así iban unos adolescentes que iban pidiendo caramelos por las viviendas, todas ellas adornadas, coincidiendo con el estilo de la fiesta. Llegan a un portal, entre sisas, cachondeo y habladurías sobre el malhumorado dueño. De debajo la puerta salía un reguero de sangre, fluida, roja, boquiabiertos, una bola de fuego cruza la puerta, sin romperla, miedo... La bola pasaba sobre sus zapatos, lo extraños, su ropa no ardía, a pesar de ser de lo más inflamable, plástico de ese barato. Siguió rodeándoles, sus rostros blancos, sus ojos incapaces de parpadear, sus labios mudos, ni tan siquiera eran capaces de mirarse los unos a los otros, simplemente, eran estatuas humanas, paralizadas, sin vida, no se escuchaban sus corazones, pero seguro que seguían latiendo, pero ya sin fuerza. Otros jóvenes que pasaban por ahí se acercaron, la curiosidad de ver la bola de fuego rodeándolos les pudo, ni tan siquiera notaron la parálisis del los chavales, se fueron, tuvieron coraje de vencer el miedo paralizante... Al amanecer, al pasar el camión de la basura, los encontraron de la misma forma, pero sin la bola ardiente, simplemente, estatuas paralizadas de miedo...

Toni Oliver