viernes, 10 de febrero de 2023

Me arrancaste el corazón

Me arrancaste el corazón

Me arrancaste el corazón de cuajo
sólo quedó un vacío hueco
donde abruma el silencio
en este agujero sólo quede el eco 
de cuando te llamo
me lo devuelve como un disparo
del más fuerte y destructivo cañón.

Toni Oliver



Ya en esos tiempos

Ya en estos tiempos

Ya en estos tiempos
parecía olvidada la prosa
los versos, los poemas intensos
esos escritos que hablan de sentimientos
pensaba que era cosa de viejos.

Pero no, florecen los jóvenes poetas
echándole pecho a los escritos
afilando las plumas
purificando la tinta
esa sangre fresca que bulle 
dentro de esas venas
con el corazón ardiente
alma intensa.

Parecían olvidados en los cajones
entre las teclas y las pantallas
juegos de batallas
sentados en la butaca...

Pero no, ahí están ellos 
pluma en mano
libretas llenas de anotados
renaciendo de la cultura muerta
enterrada por mandato
de los desalmados mandatarios.

Y no, no están olvidados, 
ellos plantan cara
a los absurdos letrados
que quieren condenar los sentimientos
al olvido, junto con los pensamientos
quieren abolir toda mente pensante
para que no se rebele entre el rebaño
y ahí están ellos con la pluma
cual espada afilada
con la tinta bien preparada
la voz cada vez más levantada
para que se oiga a los cuatro vientos
llegando a todas las almas
de las más sensibles a las ya enterradas.
Savia nueva, hacía falta.

Toni Oliver

La niña y el anciano

La niña y el anciano

La niña y el anciano
Viome la niña en el columpio
en el sillón sentado
viendo como intentaba el vuelo
el de arriba, abajo
arriba abajo.

Viome que pocas fuerzas me iban quedando
si quería que me empujara me preguntó
con una sonrisa en los labios 
le contesté que “adelante, por favor”.

Sus ojos le brillaban, 
al igual que su rostro
empujar intentó, despacio
yo, bien a las cadenas bien agarrado
empecé lentamente el vuelo
en un presente recorriendo
aventuras del pasado
ahora de una desconocida niña y sus manos.

Entre el vaivén del arriba, abajo
cerrando los ojos
olvidando ya mis años
incluso, ya ingrávido
de mis huesos gastados
como cuando niño
por las nubes iba volando
las alas había recuperado.

Poco a poco
el vaivén se iba parando
la niña se estaba marchando
con sus padres se iba yendo
agarradita de su mano
la cabeza volteó
me miró, nos miramos
mi niño con ella se había marchado
en mi corazón, un bello hecho grabado
ella, la niña, se iba alejando
al igual que mi juventud, mi pasado
ahora yo, con mi presente caduco
un futuro cierto, cada vez más cercano.

Toni Oliver