Miro el papel
Miro el papel
la pluma en la mano
el tintero lleno
la mente vacía, en blanco.
Busco por los recovecos
algún rastro de los viejos tiempos
donde las letras manejaban los dedos
saliendo los versos
como el río que va fluyendo.
Ahora nada queda en esos huecos
como si la vida hubiera desaparecido
a la de las letras me refiero
encontrando en las paredes silencio
de las musas... Ni rastro.
No escucho ni el eco de mi corazón
ese que antes sonaba como un tambor
sigue sonando, firme, suave, lento
silente, observando los pasos de la pasión
no, no falleció, sólo se tomó un descanso.
Sigue esa pasión andando
pasos lentos
ya sin prisas, no va corriendo
sabe que a más velocidad menos se ve el camino
también los detalles que lo van envolviendo.
Hasta el sonido del grillo es bello
el trinar de un gorrión
el sonar de las hojas con el viento
hasta la brisa refrescando el sudor
el aparecer de dentro el follaje del escarabajo.
Siguen las letras en su descanso
algún verso furtivo
a veces sin tinta en el tintero
secado por el desuso
y el plumín bailando el Charlestón.
Toni Oliver