Tormenta silenciosa
esperando el eco del silencio
ante una hoja en blanco
la pluma en la mano
el tintero callado
el papel secante holgazaneando
escuchado el mínimo cambio del viento.
Intento escuchar las pisadas
de las letras al acercarse
a la mano que mueve la pluma
para que se formen palabras
llenando de versos esa hoja en blanco
caída del cielo, como si fuera de un árbol
planeando con la brisa
hasta acabar en la mesa bajo la pluma entintada
donde el corazón late al asomar las palabras
desaparecidas hace tiempo
en el precipicio que lleva al vacío
donde nada nace, pero se va gestando
a veces llenando de impaciencia
por la espera ante el incierto...
¿Llegarán esas palabras adecuadas?
Para llenar el lienzo
dándole vida como a una pintura
esculpiendo las palabras como si mármol fuera
formando esas figuras tridimensionales
que enloquecen al que las miran
pensando en las técnicas imposibles
de las manos que manejan el cincel
como las que escriben las palabras
que al corazón lleguen
y hagan pensar al cerebro...
Preguntas con o sin respuestas
escritas al viento
decoradas con los trinos de los pájaros
al aparecer el alba con el eco de los tiempos.
Toni Oliver