viernes, 1 de junio de 2012

En mi errante caminar por las tierras de este mundo


En mi errante caminar por las tierras de este mundo a un anciano me encontré sentado en una piedra, piedra que bordeaba el camino como vigilante para que en los sembrados los carruajes no entraran...

A su altura llegue, tabaco y agua le ofrecí, cosa que aceptó, de todo un poco hablamos mientras el humo del tabaco su perfume nos ofrecía, mientras que el agua la sed nos calmaba, de seguridad en los caminos también hablamos, pero al de el despedirme me dijo: Cuidado de toda esta gente que de traje viste pues esto es solo el disfraz de lobo, el disfraz de ladrón con normativa legal, el disfraz de quien necesita una nueva piel para que le crean, ya que desnudo nadie le cree y ni caso le hacen, no son los ladrones que en el camino te asaltan los que preocupan, los que realmente preocupan son todos esos ladrones que disfrazados con sus elegantes trajes y uniformes de día y noche, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, años tras año y sin dejarse ver, ya para ello sus perros guardianes mandan, el pellejo cada día te arrancan y gracias tienes que darle, incluso ante su presencia arrodillarte si con eso que ellos llaman vida quieres quedarte.
Muchas gracias gran amigo, buen consejo me has dado, pues de tal cosa cuenta no me había dado.