Desde las entrañas de la tierra
Desde las entrañas de la tierra
echa humo la caldera
el corazón de las gentes en un puño que aprieta
al escuchar los rugidos de la fiera
vomitando la lava que baja por la ladera
a toda prisa evacuando lo que quede con vida
para refugiarse de la quema.
El corazón, lleno de tristeza
pena, impotencia
en los ojos las lágrimas
en el rostro una horrible mueca
al ver esas ardientes entrañas
asolando la hierba, las casas
convirtiéndola en piedra afilada
infértil, negra donde no crece ni la esperanza.
Das la espalda, te alejas
mirar de reojo intentas
el calor los talones te pisa
tu pecho poco a poco se aprieta
a sabiendas que a la vuelta
sólo queda hambre y miseria
el pasto de las cabras
pasto de las llamas.
Balan las cabras
te recuerdan que de tu casa
nada queda, sólo lava negra
del hogar, una masa de piedras
y pensando “salgo de esta”
pero en tus adentros piensas
que cuando se calmen las entrañas
esas que salen de la tierra...
Respuesta incierta
si bien, tienes la certeza
que con tus manos vacías
sobre las infértiles rocas
poca esperanza queda
si bien la vida sigue
y hay que seguir con ella.
Toni Oliver
