lunes, 20 de febrero de 2023

Mírome al espejo

Mírome al espejo

Mírome al espejo
mil caras mirándome
blancas,negras, 
de todos los colores imaginables
altos, bajos, flacos, rechonchos
rubios, morenos, teñidos
jóvenes, no tanto, más viejos
ricos, pobres, de entre medio
con el pellejo arrugado, otros no tanto
gente de diferente sexo
otros que todavía no se han aclarado
sabios, otros menos, tontos rematados...

Y yo, ahí asustado
nada entendía de lo visto
sólo quería acicalar mi rostro
pero mi espejo se ha vuelto loco... 
¿O quizás soy yo?

Iba a romperlo
estaba endiablado
me acordé de esos siete años
que dicen que si lo rompes has ganado
mala suerte lo van llamando.

Cerré los ojos
ya cansados
lucidez en un lapsus de tiempo
algo que escuché a un anciano
un día hablando en un banco
mientras las palomas alimentamos
me dijo algo que me dejó pensando...
¡Lo que ves en los demás es tu propio yo!

Me costó asimilarlos
cuando estaba criticando
miraba a mis adentros
duelo, lo reconozco,
lo mismo que que estaba diciendo
ahí estaba, muy adentro
como una puñalada en un principio
hasta que acepté que lo que veo
soy yo, mi interior
el que no se ve en el frágil espejo
ni con mi propio ego.

Toni Oliver

Y la llamé

Y la llamé

Y la llamé mi “Terapeuta”
no tenía nombre, pero me escuchaba 
escuchaba mis quejas, mis alegrías
mis gritos de desesperación, de guerra
rugía cuando la acariciaba 
lo más grande, no me abandonaba.

En mis viajes me acompañaba 
mis decisiones apoyaba
sólo me pedía que la mimara
que la alimentara cuando haga falta
también zapatos nuevos, los gastaba
sobre el suelo los restos dejaba.

Si tenía frío, me calentaba
en verano también lo hacía
para que lo voy a negar
pero no se queja uno de la buena compañía
cuando en las buenas, en las malas
un rugido de guerra sabe dar.

Quizás no sea de guerra
si de fiel compañera
te mira, te conquista
la acaricias, te besa
la invitas a comer y beber, te lleva
allá donde el sol se acuesta.

Y sí, la llamo “Terapeuta”.

Toni Oliver



Qué puede

Qué puede

Que puede haber mejor
que una mirada sintiente
donde sin palabras se expresa
el sentir latente
una caricia activa todos los sentidos
encluso desconecta la mente
dejándola con su blanco inmaculado
fluyendo como el río o la fuente
por ese camino desconocido
donde los pasos son los que abren el camino
entre los ignotos recovecos
esos ya olvidados por el tiempo
iluminándose con la luz de los sentimientos
dejando las sombras para el recuerdo.

Toni Oliver