martes, 5 de octubre de 2021

Cuatro rayas sobre un papel

Cuatro rayas sobre un papel

Cuatro rayas sobre un papel
una mano con sus garabatos
las sombras difuminando
manchando lo blanco
que saldrá de ese carboncillo
de esos ojos cerrados
entre la oscuridad una expresión
entre ella unos labios
en el aire, el humo del cigarro
entre garabatos y pensamientos
lo, blanco, gris y lo negro
la idea de un recuerdo
las arrugas de los años pasados
el paso entre los misterios
un rostro plasmado
cansado, tras sus pasos.

Toni Oliver

Me miraste

Me miraste

Me miraste
tus labios de carmín
tus ojos azul oscuro
de tus pupilas no hablo
en las profundidades del océano
no hay luz donde reflejarlos.

Tu rostro, todo blanco
marcando las líneas del firmamento
donde sin color brilla el cielo
absorbiéndote hasta el agujero negro
cual atracción al infinito
el sol bajando los párpados.

Vistes el rojo, el de la pasión
el verde eclipsado por el amarillo
quizás reflejos de tus pensamientos
o darle vueltas al mundo
como un gran ovillo
que con el gato queda revuelto.

Cual misterio 
la estación del tren en un barrio chino
el miedo al revisor
que sin billete has subido
sobre el pasillo escondido
las gentes en su asiento nada han visto.

Como en los viejos tiempos
el humo del cigarro
creando una niebla de misterio 
en los túneles de destino incierto
quizás en mundo en un recuerdo
o un recuerdo para cambiar de rumbo...

Toni Oliver

Para mi amiga la Parca

Para mi amiga la Parca

Para mi amiga la Parca.
Dos sexenios suman
desde que tu guadaña
en mi cuello tenías
la recuerdo muy afilada.

Su brillo, sus destellos
el sonido del mejor acero
cortante el filo 
en tu mirada, sin ojos
dos oscuros huecos.

Te gané la batalla
mi cabeza cabezona
si gran cabezonería 
de los médicos su mano experta
y tú, que ese día tenías prisa.

Sí, ya se que dejaste tu huella
segando un tercio de mi corazón
ahí lo tengo renqueando
como el motor y sus chillidos
los que me dicen de vez en cuando...

Siéntate un rato
es hora de descanso
en poco tiempo ya recuperado
sin prisas sigo andando
por mis caminos olvidados
por las prisas de otros tiempos.

Y tú, Parca, sonriendo
sabes que la guerra vas ganando
sin prisa, tienes todo el tiempo del universo
mientras yo iré disfrutando
hasta de lo más mínimo que me encuentro.

Y cuando llegue el momento
quizás ni te eche ni un pulso
pero mientras pondré mi empeño
en que no llegue ese momento
no tengo prisa por llegar a tu lado...

Toni Oliver

Desde mi mente

Desde mi mente

Desde mi mente
te pinté con todo mi cariño
sobre el lienzo en blanco
tal como te vi por un breve momento
por la calle cuando estabas paseando.

Puse con esos pinceles tanto amor
que hasta tu perfume iba oliendo
al pasar la pintura al lienzo
no pintaban mis manos
sino mi cerebro.

Se fue la luz por un rato
noté como tus dedos
mi espalda iban rozando
sentí ese cálido tacto
mi cuerpo, los escalofríos...

Te abracé, te arranqué del lienzo
juntando tu pecho contra el mío
con toda la fuerza de mi pasión
sintiendo de tus labios
su calidez, tu aliento.

Arranqué la ropa de tu cuerpo
acabando revolcados por los suelos
como dos fieras en celo
testigos las paredes de nuestros chillidos
también de nuestros besos.

La luz volvió sin aviso
tumbado en el suelo
encontré tu ropa, pero no tu cuerpo
incorporándome, vi el lienzo
ahí estaba, desnudo, tu precioso cuerpo.

La ropa en mis manos
juro que nada entiendo
pero no cambio ese recuerdo
son su sonrisa plasmada en el cuadro
su perfume en mis labios...

Toni Oliver

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 05/10/2021

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 05/10/2021

De ser leal a ti mismo o impostor a tu verdad sólo hay el precio que se llegue a pagar para que alcance a tu vanidad. 

Toni Oliver

¡Espera!

¡Espera!

¡Espera!
Deja que recupere el aliento
para ir tras tus pasos
bajo las nubes de palabras
movidas por la eterna brisa
miradas intensas, 
quizás picarescas
donde la picardía incita
a la alegre sonrisa
más bien cómplice
de quien sabe qué correrías.

En el puerto, sobre los palos del velero
se hinchan las velas con el viento
para llevarnos más allá
de donde abarca la vista
acabando el mar 
subiendo la montaña
allí, tierra de la gran cascada
donde el sonido llama a la calma
sintiendo esa libertad del alma
bajo los reflejos de la alegría.

Se exiliaron las tormentas
también las tempestades
se quedaron los sueños
quién sabe si las realidades.
¿Dónde estará la quimera?
¿Quién sabe?
Sólo el camino y sus avatares
la danza de las oportunidades
la lluvia de palabras a mares
la rima, como en todo baile...

Toni Oliver